Los rigatoni son como unos canelones pequeñitos. Me gustan porque al admitir menos relleno no empachan tanto.
Esta receta, aunque tenga salsa, es la justa para dar sabor sin necesidad de bañar el plato. Dado que la pasta no es de mis comidas preferidas me parece una buena opción. Es ligera, sin apenas grasa y llena de sabor.
Ingredientes:
- Rigatoni
- 250 gr de pechuga picada
- 200 gr de setas de cardo
- 1 puerro
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- Un poco de vino manzanilla o cualquier vino blanco seco
- Pimienta molida y estragón
- Tomate frito casero
- Un cucharadita de harina
- Una lata mediana de pimientos del piquillo
- Aceite de oliva
- Sal
Elaboración:
Primero vamos a preparar el relleno poniendo a calentar en una sartén el aceite pochando el puerro y un diente de ajo muy picados. Cuando estén tiernos agregamos la carne salpimentada y por último las setas picadas. Removemos continuamente y, cuando haya cambiado de color, añadimos un poco del vino, el estragón y la cucharadita de harina. Removiendo continuamente para que no haga grumos. Debe quedar una masa cremosa, si es necesario le añadimos un poquito de agua o caldo. Reservamos.
En la misma sartén, añadiendo un poco más de aceite, salteamos los pimientos salpimentados y el resto del ajo. Bajamos la temperatura y seguimos unos 10 minutos más. Incorporamos el tomate frito. Ponemos el resto del vino y un poco de agua o de caldo y batimos. Seguimos cocinando hasta que la salsa tenga la consistencia de nuestro gusto.
Hervimos la pasta el tiempo que sugiera el fabricante y la rellenamos, con ayuda de una cucharita o una manga pastelera.
Servimos la pasta cubierta con la salsa, acompañada de una buena ensalada.