El HRH&C de Punta Cana recibió al Beatle de las baquetas
Cuando hablamos de la afinidad de los beatles en sus carreras solistas queda claro que va en orden decreciente. Paul McCartney siempre ha sido el más entusiasta a la hora de degustar la adulación pública. Le sigue George Harrison que, aun en la banda madre, disfrutó de sus primeros directos de la mano de Delaney & Bonnie, para luego recalar en el concierto por Bangladesh, la malograda Gira Americana (eran los días del Dark Horse, mal asunto) y el tour japonés final con Clapton. John Lennon es el tercero en este apartado. Demasiado envuelto en sus causas políticas y simplemente haciendo vida hogareña -por no decir que era un poquito holgazán para estos menesteres- sólo dejó para la posteridad el concierto de Toronto (1969), algún toque aislado en Londres y Nueva York, los célebres conciertos del Madison Square Garden (1972) y la traca final con Elton John. Para el final, Ringo Starr, el beatle menos dado al tour, en parte por timidez, en parte por falta de repertorio. Sus discos solistas nunca tuvieron ni la más mínima oportunidad de brillar al lado de All Things Must Pass o Band On The Run.
Lo cierto es que arropado con su All Star Band, Ringo nos tiene acostumbrados en los últimos años a pisar mucha tabla. Se agradece porque un beatle es un beatle siempre y nada tiene que demostrar el baterista de los anillos. Sus pasos le han traído a la República Dominicana (hecho histórico para una isla que está en la antípodas de la ruta de los grandes) y ahí estuvimos para documentarlo.Sábado 21 de febrero del 2015. La plaza Woodstock del HRH&C de Punta Cana fue el punto de encuentro. La banda ciertamente hace honor a su nombre: Steve Lukather, Richard Page, Greg Rolie, Todd Rungren, Warren Ham y Greg Bissonette. Nombres con un peso suficiente para hacer sentir cómodo al pequeño percusionista de Liverpool.Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial sin previa autorización del autor.