Título original:Rivers of fireAutor:Patrick CarmanTraductor:Daniel Cortes CoronasEditorial: BruñoNúmero de páginas: 365Precio: 16’00€Fecha de publicación:Marzo 2009
Atherton, hasta hace poco un magnífico satélite artificial estructurado en tres niveles, se está hundiendo, y sus tres reinos se están convirtiendo en uno. Los seres humanos y las monstruosas criaturas que lo habitan, antes separados por enormes acantilados, comparten ahora un mismo territorio que resulta cada vez más peligroso. Pero, además, alguien ha entrado en el corazón de Atherton y ha abierto la puerta de los secretos más tenebrosos del doctor Harding, el científico loco que creó Atherton y que está más cerca de lo que Edgar imagina, oculto bajo una identidad insospechada.Trilogía Atherton1. La Casa del Poder 2. Ríos de fuego 3. El planeta oscuro
~SIN SPOILERS DE LA PRIMERA PARTE~ Cuando un lugar te gusta mucho, siempre hace ilusión volver a él. Fue hace ya tiempo cuando en un viaje en coche (volvía de La Rioja, creo) me soplé La Casa del Poder sin apenas pestañear; ese libro me dejó muy buen sabor de boca, tanto que me moría de ganas de leer la segunda parte. Y aquí os la traigo, más feliz que una perdiz. Ríos de fuego ha sido tan bueno como el primero... y quizás un poquito mejor, si me apuras. Pero por favor, procedamos a hablar.
En estructura es muy parecido al primero, eso sí, mucho menos introductorio (ya conocemos a los personajes, que son básicamente los mismos, y el lugar, más o menos), lo que lo hace más entretenido. Pero el tema de Atherton sigue siendo el mismo; el mundo está cambiando y lo que podría ser un paseo se convierte en un problema, y de los serios, cuando la cosa va cada vez a más y nadie tiene ni la más remota idea de lo que van a hacer. Mencionar que la escritura es muy simple, las descripciones son las justas y necesarias y el autor tampoco es nada del otro mundo.
Algo que me ha encantado ha sido el mundo que ha creado Patrick Carman. Es como una peonza con tres niveles que (y esto no es spoiler) en el primero comenzaron a cambiar, a alterarse. Hay muy poca gente y casi toda vive en el Altiplano -el nivel del medio-, en las Tierras Altas viven los gobernantes y en las Tierras Llanas... nadie *chan chan chaaan*. Sin embargo en este tomo de la serie vamos a conocer lugares de Atherton mucho más sorprendentes, que a mí me enamoraron, y seres muy peculiares (las nubias FTW). Y hasta aquí puedo leer, no quiero estropearos nada ;)
Lo que no me ha gustado tanto ha sido la trama en sí. Me explico: aunque creo que tal y como lo lleva puede conseguir una trilogía muy interesante, a este libro le falta muchísima epicidad. Todo lo que pasa se reduce a “bueno, vale”, no hay nada que te quite el aliento o que te deje sin palabras. No lo pasas mal leyendo, lo que es preocupante ya que hay situaciones que en otro caso serían angustiosas (lo del Infierno, por ejemplo). Y la verdad es que no le cogí el cariño suficiente a los personajes como para que esto no fuese necesario.
En cuanto a los personajes, a pesar de que no le he cogido especial cariño a ninguno, se nota que han madurado. En este libro los malos son muy malos y los buenos muy buenos, no hay punto medio, y lo bueno es que se deja mucho de lado a Edgar para centrarnos ya no solo en Samuel o Isabel sino el resto del planeta y de sus habitantes en conjunto. Ya no es “la historia del niño que” sino “la historia de los athertonianos que” (toma palabro).
Algo bastante peculiar que he notado es que en esta novela se resuelven todas o casi todas las dudas que el lector tenía sobre Atherton. Es decir, digamos que la historia se cierra casi por completo, ya se supone que no va a haber más cambios y que todo va a mantenerse tal y cómo está. Entonces, ¿qué nos van a contar en la tercera parte? El final es muy cerrado, muy tranquilo -como si dos abuelitas estuvieran paseando por el parque pensando que qué bonita es la vida-, así que no sé, aunque puedo imaginarlo, qué nos traerá El planeta oscuro. Pero estoy dispuesta a averiguarlo.
Ríos de fuegoha sido una segunda parte más que satisfactoria. Con un mundo impresionante y un enfoque algo más global, nos habla de lo malísima que es la contaminación y de la lucha de un pueblo por la supervivencia. Sencillo, pero a la vez ingenioso, Atherton es un lugar al que no me importará volver junto a Edgar y sus amigos. ¿Estáis dispuestos a conocer este nuevo planeta?
Con la colaboración de Bruño.