Pero antes de comenzar con la receta, propiamente dicha, un poco de historia. El origen del risotto se remonta al año 1574 cuando en pleno Renacimiento un joven italiano se enamoró de la hija de Valerio de Flandes, el creador de las vidrieras del famoso Duomo de Milán; el joven, muy aficionado a la cocina, preparó un exquisito plato donde predominaba el arroz para la celebración de su boda. El arroz elaborado con azafrán que le confería su tono tan característico dorado, con el plato resultante consiguió encantar a todos por su textura cremosa y se llegó a convertir en uno de los platos más famosos internacionalmente hablando.
El nombre de risotto, procede de una variación de riso, que significa arroz en italiano y en la actualidad es una de las formas más comunes de preparar el arroz en toda Italia, de hecho los italianos suelen llamarlo “sopa seca”, pues este arroz debe resultar lo suficientemente cremoso para poder llegar a degustarlo con un tenedor.
Origen del plato: Milán, Italia
Tiempo de preparación: 60 minutos
Tipo de plato: Arroces
Ingredientes para cada persona:
- 75 g de arroz blanco
- 1 manzana golden mediana
- 1/2 pimiento rojo
- 1/2 cebolla dulce.
- 50 g de mantequilla con sal.
- 500 cc de caldo de carne concentrado
- 50 dl de nata líquida
- 75 gr de queso parmesano rallado
Elaboración:
Pon a calentar en un cazillo el caldo de carne concentrado.
Echa la mantequilla en una sartén y caliéntala a fuego medio, hay quien prefiere usar aceite de oliva virgen en vez de mantequilla, pero el sabor resultante es más suave, pero eso ya dependerá de tus gustos.
Corta en daditos la media cebolla y el medio pimiento.
Cuando la mantequilla se haya derretido echa la cebolla y un minuto después el pimiento.
Mientras se calienta el caldo y se pocha la cebolla, ve cortando la manzana en daditos pequeños, si quieres que el resultado sea pastoso, pela la manzana para no echar la piel.
Echa la manzana y espera hasta que la cebolla esté transparente.
A partir de aquí pon el reloj cuarenta minutos.
Echa todo el arroz y añade caldo hasta que esté apantanado, no más.
Añade más caldo y remueve todo, y así sucesivamente hasta que el arroz se termine de hacer, que será más o menos los cuarenta minutos, ya que depende de tu hornillo, pero piensa que sabrá mejor cuanto más lento se ha preparado.Baja el fuego al mínimo y espera a que se evapore el caldo.
A partir de aquí, seguramente ya no tendrás caldo o te quedará muy poco, pues guárdalo para otra ocasión porque ya no hace falta para este plato.
Echa la nata líquida, remueve y déjalo un minuto.
Aquí ya puedes apagar el fuego.
Echa el queso rallado y remueve todo para que quede bien mezclado.
Y ya está todo listo para emplatar, decorar y servir.
Esta receta está pensada para un vino rosado con predominio de un gran frescor frutal y donde sabor de frambuesas y melocotón del vino se emparejan realmente bien con la cremosidad del risotto.
Archivado en: .Elaboración propia., Arroces y pastas, Italia Tagged: Barefoot White Zinfandel