Bueno, hace unos días dejé la Costa del Sol y pasé todo un finde disfrutando del campo... escuchar las chicharras mientras te bañas en una piscina y te tomas un tinto de verano tiene su aquel también...
Pero si algo destacaría de esos días sería sin duda mi encuentro con Risueño, os lo presento:
qué tranquilidad y qué temple tiene!!y por supuesto, esas claras explicaciones de equitación que me daba su dueño, Diego, hizo que fuera fácil lo que aparentemente es difícil...
Mil gracias a Diego y Elisa por ser los perfectos anfitriones!!
¡¡Feliz Fin de Semana!!