Atardecer sobre un campo de olivos. Fotografía de autor no identificado. Editada.
Vio un destello de luz no usada por entre los olivos y una línea de sangre cubriendo el horizonte. No había escapatoria. Ningún lugar adonde ir. Nadie a quien pedir consejo o poner como excusa. Era, de nuevo, el eterno retorno de la idéntica voluntad.
(LUN , 776)