Cuatro jóvenes se verán atrapados en la aterradora mansión Dekreta, morada de algunos de los más antiguos habitantes de las sombras de Darkgate. Una construcción que alberga horrores y misterios como la desaparición de un extraño escritor con profundas conexiones con la oscuridad de la gigantesca residencia. En este escenario tendrá lugar el que puede ser el último enfrentamiento entre un sádico asesino en serie y un detective de lo oculto que no sabe si salvar la ciudad, dejar que se derrumbe o convertirla en una cárcel para evitar que se propaguen las tinieblas.
CRÓNICA TENEBROSA
Tony Jiménez es un conocido autor de lo oscuro que nos tiene acostumbrados en sus novelas largas a un desarrollo exquisito, minucioso y pormenorizado. Tanto de trama que se desarrolla siempre lenta para capturarte y atraparte en su seda, como de los personajes a los que perfila y que podrían ser parte ya de tu pasado por su exhaustivo conocimiento, unido ello a la atmósfera que sobrecoge. Heredero en todo ello, con voz propia, de maestros del terror como Mr. King.
Y aquí nos sorprende, y mira que avisa sobre ello, con un texto mucho más rápido y afilado, porque sangrientos lo son todos, que nos recuerda un poco a la antigua tradición americana (no recuerdo el nombre de la corriente y la época, solo su lectura y deguste, era muy joven…) donde los personajes aparecen y desaparecen con un breve desarrollo temporal, apenas para empatizar con el lector que sabe no debe crearse apegos. Funcionales en pos del argumento. Fichas que caen.
Tiene además cameos geniales para todos los aficionados al género, guiños a Lovecraft, al mismo King, una clara referencia y homenaje a Batman dentro de una Gotham sobrenatural (o sea, lo que siempre fue, pero nadie quería mencionar en voz alta).
Y avanza la trama en esa inconstancia donde vamos uniendo, mientras aprendemos sobre el truculento origen y funcionamiento de esta urbe trágica, esas piezas de ajedrez que se pierden por esas otras que ganamos con dos o tres nexos principales de protagonistas, y con la verdadera estrella de esta corta novela, que no deja de ser la ciudad.
Una ciudad paranormal donde lo extraño es norma.
Una sucesión de personajes que se nos presentan de la nada, para vivir y morir breves al servicio de la trama.
Eso en la primera mitad del texto, donde se plantan los cimientos para que sepas a qué te enfrentas como lector. Porque a continuación entramos en la mansión, compendio de todas esas casas encantadas y funestas que nos han enseñado en literatura y cine. Frente a frente con sus horrores por descubrir, que han elegido a la némesis del antihéroe como su propio paladín de la tiniebla. Que no es nada comparado con las entidades antiguas que domeñan el destino.
¿Podrán los personajes no superarlas, sino contenerlas?
Pues todo ello en unas pocas páginas que se devoran raudas. Un cambio de registro y ritmo del autor que engrandece y se paladea. Porque ofrece veneno rápido y contundente.
Además, la novela pide a gritos una continuación. Queremos saber más de Darkgate City. Y, sobre todo, de Dekreta y lo que allí repta… Quizá hasta visitar en persona a tamaños númenes (ya busco en mi guía de misterios).
Pd: he tardado más en leer los agradecimientos que la novela (y no es una crítica).