Si bien la elección de libro es una de las decisiones más importantes, también lo es el entorno y las condiciones que nos rodean en el momento de leerlo. Es así que, cuando llega la hora de evadirse y disfrutar de una buena historia, cada lector tiene unas costumbres y preferencias. Algunos leen de día y de noche, en cuanto tienen oportunidad, otros durante el desayuno, camino al trabajo o antes de irse a dormir. También hay quien necesita silencio y tranquilidad frente a los que el bullicio no supone ninguna molestia.
En mi caso, la música es el requisito imprescindible, creando así mi propia banda sonora para cada obra. En cambio, ni el lugar, ni la hora, ni otros factores son determinantes. Pero sí es cierto que en el invierno me encanta leer frente al calor que emana la chimenea y, en verano, siempre que puedo disfruto del aire libre y del sol, especialmente en un lugar por el cual tengo predilección por las vistas que ofrece.
Y vosotros, ¿cuál es vuestro ritual?
Ilustración: Nidhi Chanani