Marc Gasol se cuelga del aro -EFE.
Apurada por lo ofrecido y avergonzada por lo obtenido, a España le vino de rechupete jugar un partido muy desequilibrado y ante un equipo vulnerable renovar ideas, recuperar sensaciones y rotar a los menos habituales. El Líbano funcionó más de la mitad del partido como un rival a la carta, aunque tuvo el mérito de complicarle las cosas al grupo de Scariolo durante un buen rato, hasta recibir un parcial de 2-12 antes del descanso (32-43). Por primera vez en el Mundial de Turquía España acabó con más rebotes que su rival (46 por 28) y casi multiplicó por diez la valoración (105 por 12). El resultado, 57-91, supuso la paliza exigible y digerible con Marc Gasol por encima del resto (25 puntos y ocho rebotes). Los bálsamos deben reservarse para equipos más hechos y el próximo contrincante, Canadá, no parece formar parte de dicho grupo. En el seno de la selección preocupa el parte de Rudy, que se mareó y ha sufrido picores y ronchas por el cuerpo, y que Navarro tenga más dolores de espalda.
A falta de una jornada para la conclusión de la primera fase, España aspira a ser segunda del grupo D, un puesto surrealista si se tiene en cuanto que depende de que Nueva Zelanda, que ganó a Canadá 80-89, zarandee por menos de 28 puntos (sic) a Francia, perdedora por 69-55 ante Lituania, que será primera.
Los focos, para Vroman
Calculadora aparte y volviendo al partido, España no tuvo el inicio deseado ni exigible ante un rival del que le separan años luz. Los focos era para Vroman, ex jugador del antiguo Akasvayu y hoy recién nombrado Girona FC. Un californiano nacionalizado libanés iba camino de convertirse en el MVP de la jornada con sus 12 puntos en el primer cuarto, cerrado con un ventaja mínima (22-21) para España, había que salido con su quinteto inicial habitual, pero no parecía lo suficientemente motivada. Reaccionó en cuanto a Vroman le pitaron la tercera personal, a mediados del segundo cuarto, justo cuando inició el mencionado 2-12. Garbajosa y Marc Gasol empezaron a entenderse y ya no hubo lugar para la sorpresa y sí para ver buenos momentos de Claver, Reyes o San Emeterio y a Mumbrú con ganas de meter triples (1/5). Ricky continúa lejos de su mejor versión (0/6). El equipo lo necesita al máximo nivel para minimizar la baja de Calderón, suplido a medias de momento por Raül López.
Partidos como éste hacen que las valoraciones de los jugadores y de los entrenadores casi sobren, exceptuando casos muy puntuales. Como el de Fran Vázquez, que tuvo la valentía de hacer autocrítica y sincerarse: “Llevaba tres partidos en los que no estaba ayudando al equipo en nada, al revés estaba un poco haciéndole daño”. El pívot del Barça se reactivó con 15 puntos sin fallo en 16 minutos y ocho rebotes para un 23 de valoración. “Este partido me ha servido recuperar un poco más la confianza y la verdad es que se agradece”, cerró Vázquez. Para eso pueden servir este tipo de citas, en las que la pregunta sesuda del periodista “¿la valoración del partido?” todavía resulta más patética. Es la cuña de la ineptitud.
Líbano (22+10+15+10) 57: Vroman (22), Fahed (7), Rustom (7), Freije y El Khatib (10) -quinteto inicial-, Abd El Nour, Mahmoud (5), Stephan, Kanaan (3), Fakhreddine (3) y Reda. España (21+22+29+19) 91: Rudy (7), Ricky Rubio, Navarro (5), Garbajosa (7) y Gasol (25) -quinteto inicial-, Reyes (8), Raúl, Vázquez (15), Llull (6), Mumbrú (9), Claver (6) y San Emeterio (3).