Esta tarde hubo dos actuaciones destacables en el partido. Una es la de Matías Almeyda y la otra de Erik Lamela. Justamente en este River que corre, mete y se lleva por delante lo que sea, Almeyda es una especie de “Aquiles”, de gladiador. Un guerrero. Apenas con 37 años sigue demostrando estar impecable físicamente. Aquel que lo ve correr en la cancha debería pensar en que no excede los 25, 26 años. Pero también advierte que no tiene los pies triangulares. Fecha a fecha participa más del juego, se presta al toque sin quedar en ridículo.
Por otra parte está la figura de Lamela. Seguramente el más claro e importante a la hora de organizar. Un jugador que hubiera brillado en equipos anteriores, al lado de Aimar, Saviola y Ángel o incluso con Cavenaghi y D’alessandro. Pero le toca vivir este presente y partido a partido demuestra no sólo su gran capacidad técnica sino que puede potenciar el juego de sus compañeros. A partir de él, River consigue las mejores chances. De hecho hasta incorporó a su juego la marca.
Puntualmente la actuación de hoy no fue de las mejores del “Millonario” en el torneo. Aunque comenzó mejor, le faltó definir las jugadas. Llegó bien hasta tres cuartos de cancha pero desde allí no supo que hacer con la pelota. Apremiado por el orden defensivo de Banfield y por el pésimo estado del campo, le costó acercarse al arco de Enrique Bologna.
Por su parte lo defensores tampoco tuvieron su mejor noche pues dejaron recibir, tanto a Facundo Ferreyra como a Jorge Achucarro, con mucha facilidad. Aún así, salvo por algunos disparos de Jonathan Gómez, el arco defendido por Juan Pablo Carrizo no pasó sobresaltos.
Con esta victoria, River llegó a 18 puntos de 27 posibles y es el único líder del campeonato. Sólo lo puede alcanzar Vélez si es que mañana derrota a Newell’s y luego repite frente a San Lorenzo en el partido postergado de la fecha 6. Con respecto a la otra tabla, la de abajo, le sacó 3 puntos de diferencia a Tigre (que juega mañana) y está a sólo 1 de Independiente y Arsenal.
Sin ninguna duda, el conjunto de Juan José López está atravesando uno de los mejores momentos de los últimos años. Donde las derrotas y los fracasos ocurrían a menudo. Desde la llegada de Daniel Passarella a la presidencia también se siente un cambio institucional. Un aire renovado. Actualmente River goza de este presente aunque, tanto los jugadores como el entrenador, entienden que todavía la pelea es por la permanencia. Aún así, nadie puede quitarle la ilusión la hincha. Una ilusión que cada día tiene más de realidad que de utopía.