Entiendo todas las objeciones que se le suele poner al Synthwave: es un género más bien limitadito en lo sonoro, en la medida en que en su propia génesis solo hay un -bastante- pajillero ejercicio de emulación que impide su evolución a nuevas formas. Se trata de imitar el pasado, con la mayor fidelidad al recuerdo -a menudo, distorsionado- que de él tenemos, y los méritos musicales son por tanto relegados a un segundo plano en favor del recreo en los recursos que disparan nuestras endorfinas a través del canal de la nostalgia.
Evidentemente no tiene el mismo pedigree reivindicar el sonido que asociamos al cine de serie-b o la televisión de aquellos años (John Carpenter quizá sea la excepción: las bandas sonoras que él mismo componía sí que han acabado teniendo el reconocimiento que merecían, pero me da que la mención a Jan Hammer aún despierta alguna sonrisilla) que intentar emular a los grupos de la órbita de, qué se yo, Sarah Records o Flying Nun; pero sería un error considerar que de una estética tan particular no pueden salir buenas canciones, cuando no auténticas genialidades.
Y sí, es verdad: resulta bastante desalentadora la cantidad de moralla que hay que escuchar (a fin de cuentas, freaks solitarios con un sintetizador en casa debe de haberlos en mucha mayor medida que bandas que se puedan reunir a tocar en un garaje) para dar con una canción que se escape de la ingente montaña de temas indistinguibles, algo que explica que el estilo sea generalmente considerado como un subproducto de producción masiva y escasa calidad artística. La práctica inexistencia de reseñas desde los medios especializados y el desconocimiento general de los nombres más importantes de la escena (no se colarían siquiera entre los mas minúsculos del cartel de un festival de tamaño mediano) no ayudan, precisamente: resulta ciertamente complicado separar el grano de la paja en un universo terriblemente endogámico que no sólo se nutre de reiterativos featurings, sino que encima está tan obsesionado con la fidelidad a los mismos códigos que se presta a numerosas confusiones. Ni Futurecop!, Timecop1983 o Cobra Copter son el mismo grupo, ni es la misma canción la “Runaway” de Electric Youth que la “Runaway” de Sunglassses Kid (aunque las dos me parecen fabulosas, dicho sea de paso). De FM Attack a FM-84, pasando por Miami Nights 1984, todo así. Pero quizás sea precisamente esa barrera a franquear la que explique lo muy maravilloso del momento del hallazgo de esa-canción-que-te-va-a-volver-loco: el brillo mágico y violáceo que revela la existencia de la joya escondida, la justificación -por fin- para todo ese tiempo malbiengastado, el maravilloso pinchazo que señala la aguja en el pajar.
Dicho lo anterior, creo que queda claro que no tengo problema en reconocer que a mí me gusta el synthwave, qué le vamos a hacer. No es algo que uno elija, y es cosa bastante lógica en una persona como yo, con una educación estética profundamente anclada en la década de los ochenta: los videojuegos a los que rara vez podía jugar en las máquinas arcade (pero a las que me acercaba como encantado espectador en cuanto alguien hacía amago de echar la mano en el bolsillo, en busca de una moneda), los zooms alejándose hacia el infinito desde un descapotable que zumbaba en un autopista de cuatro carriles al final de esas películas con las que alimentaba mi imaginación infantil, la estética flúor que me concedía la fortuna de vislumbrar estimulantes visiones del futuro… todo esos pequeños grandes placeres que vuelven a nuestra boca con el sabor de un chicle de nuestra infancia están ahí, claro está, pero no sólo eso. También estribillos inapelables, épica synth-pop y melodías irresistibles como los de esta canción del dúo norteamericano The Midnight: “River Of Darkness“, un estupendo ejemplo de todo lo anterior. El sueño perfecto que nos lleva en un viaje nocturno (los mil colores de las luces de la ciudad tililan en la luna de nuestro rugiente descapotable) lejos, muy lejos, de la prisión de estos días.
ó Publicado en: Canciones EscondidasEtiquetado: 2017, Autoeditado, Nocturnal, Synthwave, The MidnightEnlace permanenteDeja un comentario