Una de combates intensos.
Un tomo cargado de acción, aunque era algo de esperar viendo la situación con la que acabó el anterior. En esta ocasión, la historia se centra casi por completo en King, enlazando su reacción al llegar a la capital y ver la que hay liada, con algunos fragmentos de su pasado. Verle luchar es todo un espectáculo, además después de todo lo que pasa, me atrevería a decir que es el más fuerte de los Deadly Sins que conocemos hasta la fecha sin contar a su capitán, claro.Hay un par de historias del pasado de King con otros de los personajes implicados en el combate, que me han gustado mucho, y lo mejor de todo es que ambas son interesantes. En ellas se trata la relación que tienen los seres humanos con el resto de razas del mundo, lo que envidian y odian los unos de los otros, cómo perciben el paso del tiempo de forma diferente, además de otros temas más personales como la amistad, el amor, la responsabilidad o la soledad. La verdad es que tienen una carga sentimental bastante grande y explican el porqué de cómo actúa el rey de las hadas con respecto a esos dos personajes.
Por otro lado está el frente en el que se encuentra Meliodas y el rey Arthur, que si bien no avanza casi nada en la trama, deja preparado para el siguiente tomo una pelea de dos contra dos muy épica (o eso espero, a lo mejor pasa alguna otra cosa y me quedo sin ver ese enfrentamiento xD). Por si fuese poco, queda lo mejor de todo, y es que Ban lleva intentando conseguir algo desde hace muchísimo tiempo... y parece que ahora tiene la posibilidad de hacerlo realidad, pero lo que le piden a cambio es un precio demasiado alto que no sé si aceptará, me intriga muchísimo saber qué decidirá porque puede cambiarlo todo.
En resumen, otro tomazo cargado de acción, de situaciones interesantes y con un final sorprendente. Se me va a hacer larga la espera por el siguiente.