Otra vez Kouga con sus cosas...
Parece que el autor de este manga tiene como meta hacer que deje de leerlo xD, porque si no, no me explico cómo puede haberle dedicado este tomo... entero, de principio a fin, a mi queridísimo (ojo, ironía extrema) Kouga.En el tomo anterior ya dije que parecía que la situación en la que se estaba metiendo el hijo de los Amagi, no iba a acabar demasiado bien. Kouga, como no podía ser de otra forma, se mete en la boca del lobo confiado en que como es un futuro justiciero, puede superar cualquier situación por sí mismo sin la ayuda de nadie... y lógicamente, eso no es así. Lo peor de todo es que viendo cómo la caga una y otra vez, él sigue ensimismado en su idea de que hace lo correcto. Hay cierta parte del final, en la que parece que tiene una especie de revelación, pero no tengo demasiadas esperanzas en que este personaje cambie y deje de ser el niño malcriado y egoísta que es.Por otro lado, se da otra pincelada al origen de los players, pero es una breve mención al final del tomo. El que está detrás de todo lo que pasa, tiene bastante resentimiento hacia la familia Amagi (algo que no me extraña nada), y como suele ocurrir, esa sed de venganza tan desmedida hace que pierda la cabeza y haga auténticas atrocidades. No sé cómo va a salir Kouga de esta (o si sale), pero imagino que lo dejará bastante tocado y espero que cambie de actitud.En conclusión, pese a estar protagonizado por el personaje de este manga que más odio despierta en mí, este tomo no está tan mal. Se lee muy rápido, lo que es una buena señal ya que significa que la trama es interesante. De todas formas prefiero la historia de Jin.