Roadtrip usa costa oeste parte 1

Publicado el 05 septiembre 2019 por Barbara Robles @barbaraders
¡Hola bonitos!
Los que me siguen en Instagram (quien no lo haga... a qué esperáis??!!! :-P @barbaraders) han ido viendo mis andanzas por Estados Unidos, concretamente; una ruta por la Costa Oeste, con un total de 4000 kilométros realizados y muchos, muchos sitios visitados, que os explicaré en dos partes (o 3...).
Vamos allá:
Aterrizamos al mediodía en San Francisco, después de 12 horas de vuelo (directo, eso sí) y aprovechamos esa tarde para ver los alrededores del hotel: Fisherman's Wharf, el Pier 39 (donde se encuentran los leones marinos) y la famosa calle Lombard Street. Situada entre Hyde y Leavenworth, Lombard Street, es la calle conocida como la más empinada de San Francisco.
El siguiente día en la ciudad de San Francisco aprovechamos para ir de compras y visitar Alcatraz, que realmente ponía los pelos de punta, no solo por el sitio, si no por lo que vas escuchando por la audio guía, que te va haciendo un recorrido por toda la prisión con detalles.
Por la tarde hicimos un tour típico con un 'local' en su furgoneta, ¡que nos enseñó toooodo San Francisco a toda leche! Pasó por el Puente Golden Gate, por Fisherman's Wharf, Jefferson Street, North Beach, Broadway at Columbus Avenue, Chinatown, Fort Point National Historic Site, y por Pacific Heights, el hogar de Billionaire's Row, que cuenta con los estados de políticos, titanes de la tecnología y otras celebridades de San Francisco (incluida la casa de la Sra. Doubtfire). 


  

 

El tercer día ya cogimos una furgoneta para dirigirnos al pueblo más cercano a Yosemite: Mariposa (auténtico y bastante desierto), repleto de moteles y restaurantes de carne. ¡Aquí hay que cenar pronto (nota mental) ya que es un pueblecito y no suelen abrir sus restaurantes hasta muy tarde!
Pero antes hicimos una parada en Santa Cruz, que me pareció un sitio en el que podría pasar unos días, pero íbamos cronometrados y no se podía alargar más..!


El siguiente día fue bastante largo y con mucho trote de coche, ya que empezamos de buena mañana por el precioso Yosemite (aquí cometimos el error de no coger el pase general para todos los parques, que tiene una duración de uno o dos años y luego puedes vender a algún conocido que vaya también, pero caímos después...). 
Yosemite es precioso, verde, con cascadas, montañas rocosas de dimensiones importantes... Hay que dedicarle más de un día, desde luego, si se puede. 
Por cierto, vimos un oso!!! (Check).







Tras Yosemite, el trayecto que se me hizo más largo, a lo largo del Death Valley a 46 grados (pleno agosto). Aquí no podías estar fuera del coche mucho más de 20 minutos, justo el tiempo necesario para ver las zonas más recomendables del parque. 
Antes de entrar al Death Valley es imprescindible repostar y comprar agua. El precio de la gasolina dentro del parque es mucho más alto, así que rellenar el depósito en pueblos como Lone Pine o en Dolomite es muy buena idea. También conviene asegurarse de que el depósito de agua del coche esté lleno. Por otra parte, una vez dentro del parque, los Rangers también aconsejan no ir con el aire acondicionado a tope durante todo el trayecto para no sobre-calentar el motor. No querrás quedarte tirado a 48º en medio de la nada. 
La entrada al parque cuesta 25$ por vehículo e incluye a todas las personas que viajen en él. Si has comprado el Annual Pass, la entrada al Valle de la muerte está incluida. Cuando fuimos en agosto la taquilla de pago estaba bajo el sol sin nadie que la atendiera. Dejaron una canastilla donde podías dejar el dinero...
Desde Lone Pine seguimos la larga recta de Towne Pass hasta llegar a la Mesquite Flat Sand Dunes. Aquí paramos a hacernos unas fotos y casi muero del calor, eso sí, sudor nada, es seco seco. ¡OJO CON EL CHOQUE TÉRMICO! Hay un pequeño aparcamiento donde puedes dejar el coche y salir para caminar sobre la arena (que está ardiendo). Las dunas generan un paisaje precioso y te encuentras ramas y árboles abandonados que dan juego para hacerse fotos. 




Luego, después de mucho rato (o se me hizo muy largo) en coche, llegamos al precioso Zariskie-Point, con una puesta de sol creada por la lluvia incipiente digna de ver. Una zona agreste en la que hay una pequeña cadena de montañas realmente impresionante que toma un color amarillo y bronce que, junto al cielo rosado, hacían un paisaje fotogénico brutal.
Después de ello, más y más coche hasta Las Vegas. Llamadme hortera, pero Las Vegas me gustó bastante... jajaja! Vas acercándote por la carretera y ya puedes vislumbrar las luces en medio del desierto.
Dormíamos en el Rio All-Suite Hotel & Casino, quizás un poco alejado del Strip o Boulevard de Las Vegas, donde nos hicieron esperar una hora para el check in... a las 22h de la noche, ¡pero compensó la suite archi-enorme que nos dieron...!
Ya en las Vegas, no podía faltar la visita al Outlet del Norte (hay varios) y al museo del neón (soy instagrammer amante de la fotografía, qué queréis que haga, tenía que tener fotos ahí...!!!).




Posteriormente un agradecido chapuzón en la piscina del hotel y por la noche un paseo que me dejó alucinada por el Strip, disfrutando de las Fuentes del Bellagio (cada 30’ de día y cada 15’ por la noche), el Hotel Luxor (ambientado en Egipto), los Canales Venecianos del Hotel Venecia, el precioso Hotel Paris (el techo parece el cielo)...


En el siguiente post os cuento más: Page, San Diego, Los ángeles...