Lo que empezó como unas agradables vacaciones en Tailandia rápidamente se convirtió en una situación de pesadilla cuando Josh Brown, un turista estadounidense de 58 años de edad, se despertó con un dolor insoportable notando que sus genitales habían sido retirados durante el sueño.
La víctima fue presuntamente drogada sin saberlo, antes de que él se despertara horas más tarde en un charco de sangre en su habitación del hotel, mientras que sus genitales habían sido eliminados por completo, dejándolo en estado crítico.
Afortunadamente, el personal del hotel se alarmaron por las llamadas de socorro del hombre que fue llevado rápidamente al hospital de Bangkok para que pudiera recibir atención de emergencia, el hombre sufrió una hemorragia severa que pudo haberle costado la vida.
"Estamos en presencia de una tendencia creciente en el mercado negro para el tráfico ilegal de órganos genitales humanos en China," dijo un oficial a cargo de las operaciones. "Genitales de talla grande pueden alcanzar precios en decenas de miles de dólares por sus presuntos cualidades afrodisíacas cuando se consume como alimento", dice.