Bien podría ser éste un titular de un periódico a nivel nacional en los tiempos tan convulsos para la democracia española. El 11 de junio de 2011 se conjugó en Marmolejo una circunstancia que a priori parecía imposible, pero la realidad supera la ficción. Lo cierto es que ambas personas, Herrera y Soriano, pusieron en lo alto de la mesa, a la hora de hacer el pacto, las voluntades de aquellos cientos de personas que hace poco más de un mes habían confiado en ellos. Podríamos pensar que no son nadie para decidir si uno que votó al PP querría poner con su voto a un comunista de alcalde con menos apoyo que el partido al que votó, o si uno que votó a IU querría que con su voto la derecha entrase al poder... en principio todos podríamos pensar que efectivamente no son nadie para manejar de esa manera tan drástica las voluntades de cientos de personas, pero lo cierto es que el sistema democrático español les permitía hacerlo. Sin entrar en la conciencia o reacción de quien votó, siete concejales suman más que seis, triunfo de mayorías de perdedores, pero mayoría al fin y al cabo. Luego allá ambos partidos para gestionar la rémora electoral que evidentemente les conllevaría el pacto anti-ideológico que consumaron.
Sin embargo, el 11 de Enero de 2013 se produce una circunstancia excepcional: el Partido Popular decide salir del Equipo de Gobierno una vez que ha dado el "SÍ" de sus cuatro concejales (el "SÍ" de más de 1400 personas) para que Soriano fuese alcalde. Con lo cual, retirado el apoyo del Partido Popular, se nos queda una situación ilegítima y antidemocrática en el Ayuntamiento: 3 concejales en el Equipo de Gobierno, contra 10 concejales en la oposición. Es decir, 1074 personas que votaron a IU en las pasadas elecciones municipales, están decidiendo el destino de 3898 personas que votaron a las demás fuerzas políticas. Esto es un robo descarado, vergonzoso y ultrajante de la democracia y la voluntad popular sin parangón en la historia reciente de nuestro municipio y de los de alrededor. Con la negativa de Soriano y sus dos concejales de dimitir, se produce una imposición por la "fuerza" de una minoría que intenta manipular los medios y hacerse con la voluntad del pueblo, maquillando su ilegitimidad y okupación del poder con hechos y palabras, siempre en contra de la mayoría que los rechaza.
Y esto se produce por el "representante" de la izquierda más descentralizada, Soriano, bajo las siglas de Izquierda Unida, un movimiento político cuyo líder nacional afirma lo siguiente:
"El movimiento DEMOCRACIA REAL YA lo estamos viendo en un plano de igualdad. Somos parte del movimiento. El Parlamento está tomando decisiones que no representa a toda la soberanía nacional, decisiones con las que la mayoría de la población no está de acuerdo, ya que llevamos 32 años castigados por una Ley Electoral injusta, por la que nos cuesta siete veces más tener un diputado en el Parlamento de lo que le cuesta al PP y al PSOE", afirma Cayo Lara.
Soriano y la Asamblea Local de Izquierda Unida de Marmolejo (que por cierto no tiene ni los militantes necesarios para que exista como tal) están prostituyendo todas estas palabras, todas estas buenas intenciones, toda una base ideológica que sustenta a Izquierda Unida como alternativa a la izquierda socialista, ya que efectivamente de todo lo que se queja Cayo Lara, ocurre en Marmolejo pero con otro protagonista, el de su mismo partido. Por tanto, ¿quién va a creer en Izquierda Unida aquí en Marmolejo?
Y están dispuestos, les va el sueldo en ello, atacan como perros que se sienten acorralados. Han iniciado su campaña de descrédito político y de manipulación mediática adueñándose de unos medios de comunicación que no les pertenecen e imposibilitando a la mayoría expresarse a través de ellos. Tienen claro que hay dos formas de gobernar: GOBERNANDO, O CRITICANDO Y ATANCANDO A QUIEN GOBERNÓ PARA DISTRAER LA ATENCIÓN Y TAPAR SU DESGOBIERNO. En ésta segunda es donde andan ofuscados, sometiendo a Marmolejo a una inacción dañina y cancerígena para las necesidades de sus ciudadanos. Pero lo peor de todo es que culpan a las demás fuerzas políticas de no cometer el mismo error que cometieron ellos como responsables de Izquierda Unida, vean el siguiente párrafo escrito por uno de los miembros de la Asamblea:
"El destierro es la única pena posible y aún siendo demasiado indulgente, el pueblo debería pedir la dimisión en bloque de todos los concejales de los dos valientes partidos que se van a tomar dos años largos sabáticos por el morro, por el amor que le tienen a Marmolejo se van a pegar una siesta histórica, dedicados mientras a preparar el discurso de campaña electoral del 2015"
Encima tienen la poca vergüenza de decir que 10 concejales en Marmolejo huyen de la responsabilidad de gobierno que están okupando por la fuerza 3 concejales, y que si fueran demócratas se solventaría con el mero hecho de reconocer la voluntad popular y presentar la dimisión. Manipulan cual esquizofrénicos que no son conscientes de la realidad, e insultan a las mentes inteligentes de las gentes sencillas y humildes que sólo tienen que comparar: 3 y 10.
Podremos ser pacientes, pero no gilipollas, y como ciudadano de Marmolejo quiero que IU se quede la peste de haber pactado con el diablo y no la pase reprochando a nadie no haber hecho lo mismo, que actúe en consecuencia y dimita, y que el PP sea consciente de su irresponsabilidad al haber abandonado el gobierno y dejar esta situación de "dictadura de perdedores". De nada me sirven las asociaciones, los presupuestos participativos y las encuestas, la pasión y el amor por Marmolejo, si lo fundamental y la esencia constitucional no se respeta en nuestro pueblo: la soberanía popular.
"Pueblos libres, recordad esta máxima: Podemos adquirir la libertad, pero nunca se recupera una vez que se pierde". Jean Jacques Rousseau