Jay Gruden ha declarado que cuando RGIII regrese de su lesión, será el titular del equipo, y esto podría ser tan pronto como esta semana o la 9na de la temporada. Griffin sufrió un tobillo dislocado cuando los Redskins enfrentaron a los Jaguars, partido de la segunda semana de la temporada. La lesión ocurrió mientras hacía un pase acrobático en el aire, cayendo de manera incómoda sobre su tobillo derecho.
Muchas dudas surgieron después de la lesión: algunos pensaron que se perdería la campaña, otros pensaron que perdería su trabajo en beneficio de Kirk Cousins y otros hasta llegaron a pensar que su carrera había terminado. El hecho es que su entrenador ya declaró que va progresando bien de su lesión -más rápido de lo esperado inicialmente- y que será titular cuando esté apto para regresar a la cancha.
Con toda esta información, a mi me surgió una duda: ¿Es Robert Griffin III un “one year wonder”?
Lo primero que tenemos que hacer para responder esta pregunta es analizar las estadísticas: el primer año de su carrera -2012- Griffin completó 65% de sus intentos de pase, mientras en 2013 completó 60.1%. En 2014, solo ha intentado 40 pases, de los cuales completó 31. Ahí podemos ver que por lo general es un quarterback certero, pero vale la pena resaltar el bajón de casi 5% de su primer año a su segundo.
Todos sabemos que RGIII es un gran atleta, y así lo demostró en su primer año cuando corrió 815 yardas en 15 partidos. El problema es que se está convirtiendo en un quarterback menos dinámico y versátil, dado que solo ha logrado 513 yardas desde entonces -en la misma cantidad de partidos-. Es también destacable que Griffin consiguió 7 anotaciones por tierra en 2012, el problema es que 6 de ellas las consiguió en sus primeros 6 partidos, y desde entonces solo ha conseguido una más en toda su carrera.
Al comprobar que la amenaza de ganar yardas por tierra se ha ido desvaneciendo, podemos argumentar que el quarterback de los Redskins ya no es la misma arma ofensiva que antes, dado que su capacidad de ser un quarterback “lanzador” es limitada, siendo que consiguió solo 3200 yardas en su primer año y 3202 en su segundo año, números que no impresionan a nadie.
También se ha hablado de que RGIII tiene la gran capacidad de completar muchos pases largos, lo cual es estadísticamente correcto: tiene un promedio de 7.55 yardas por pase en su carrera, que comparado con quarterbacks con brazos fuertes o muy precisos es favorable. Flacco y Stafford cuentan con 6.96 y 7.03 yardas por pase en su carrera respectivamente, mientras Brady y Manning tienen 7.44 y 7.69 respectivamente, por dar algunos ejemplos. Además, en 2012 completó el 50% de pases que viajaron 20 o más yardas, mientras un 20% de esos fueron convertidos en anotaciones.
Lo más importante es que en su año de novato logró 10 victorias como titular, liderando a su equipo hacía playoffs, mientras en 2013 sólo consiguió ganar 3 partidos; todo esto con casi la misma base de jugadores en el roster.
Más allá de las estadísticas, podemos ver claramente que Robert Griffin inició de gran manera su carrera, pero tuvo un mal año en 2013, además de que no empezó nada bien el 2014. Jay Gruden tiende a usar a sus quarterbacks más como pasadores de bolsa que como “scramblers”, y su libro de jugadas y estilo de juego es mucho más compatible con Cousins o McCoy que con el mismo Griffin.
No podemos sacar la conclusión de que Griffin será un quarterback del montón, que no será efectivo o que no podrá llevar a un equipo a altos planos; es muy joven y todavía tiene mucho por aprender. Lo que sí puedo decir es que sus entrenadores no han sabido explotar sus talentos al máximo, ni desarrollarlo para exhibir su mejoría o consolidación.
Todavía se tiene mucho trabajo por delante: mejorar su mecánica de pase, trabajar su juego como “pocker passer”, mejorar su confianza y ensayar mucho para afinar su toma de decisiones. No creo que Jay Gruden sea la persona adecuada para que Griffin logre estas cosas y se convierta finalmente en el quarterback estrella que todos esperamos