Roberto Vaquero: ¿por qué los obreros votan a la derecha?

Publicado el 09 septiembre 2024 por Johnny Zuri @johnnyzuri

El polémico libro de Roberto Vaquero y la encrucijada migratoria: ¿por qué los obreros votan a la derecha?

Un agosto agonizante da paso a la reflexión cuando el calor no asfixia pero las ideas lo hacen. En medio de las noticias sobre la crisis de inmigrantes en Canarias, Ceuta y Melilla, un hecho sorprendente marca el día: Roberto Vaquero lanza su nuevo libro, Por qué el obrero vota a la derecha: La deriva suicida de la izquierda, con la promesa de arrojar luz sobre uno de los grandes misterios políticos contemporáneos. Y, cómo no, sobre el eterno debate migratorio.

Pero antes de adentrarnos en sus ideas, una pregunta resuena en el aire: ¿cuándo la palabra “inmigrante” pasó de describir una realidad a convertirse en un adjetivo peyorativo? Quizás no sea tanto el cuándo, sino el cómo y el por qué. Y de eso, Vaquero tiene bastante que decir.

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La migración en crisis: ¿Es insostenible?

Roberto Vaquero no es un líder al uso. Encabeza el Frente Obrero, un movimiento que, de forma casi paradójica, sigue defendiendo principios de izquierda mientras critica ferozmente las decisiones migratorias de quienes una vez representaron esa misma ideología. Para él, el actual modelo migratorio es “insostenible”. En su opinión, son los obreros —tanto inmigrantes como nacionales— los más afectados por políticas que, lejos de integrar, precarizan y generan guetos. No le tiembla el pulso al señalar que “los que defienden este sistema viven en zonas acomodadas, lejos de sus consecuencias reales”.

El problema, según Vaquero, no es la inmigración per se, sino cómo se gestiona: “El inmigrante ilegal pringa en un régimen de esclavitud que devalúa los salarios de los obreros nacionales”, declara en un tono que roza la desesperanza. Y, a pesar de que sus detractores le tildan de xenófobo, el autor deja claro que su objetivo no es incitar al odio, sino plantear un debate honesto. Vaquero advierte: permitir que una persona sin arraigo en la cultura española, que no se ha integrado, adquiera la nacionalidad, es el preludio de una sociedad fragmentada. Según él, “España no debe convertirse en un país de guetos y separación, ni en un semillero de islamismo radical”.

Una izquierda desencantada: El abandono de la lucha obrera

Uno de los puntos más álgidos del libro es la crítica descarnada que Vaquero hace hacia la izquierda actual. Para el autor, la izquierda ha abandonado la lucha obrera en favor de “las élites económicas y políticas”. El enfoque, antaño dirigido a mejorar las condiciones de los trabajadores, se ha desviado hacia cuestiones que, aunque no carentes de relevancia, han marginado las necesidades materiales de las clases trabajadoras. Vaquero lamenta que la izquierda se haya alejado del suelo y de la tierra que una vez defendió. En su lugar, ha abrazado causas que poco tienen que ver con las demandas urgentes de quienes aún luchan por sobrevivir a fin de mes.

Pero su crítica no se limita a la migración o al abandono de la clase obrera. El auge de la derecha radical, asegura Vaquero, no es un fenómeno inexplicable ni un capricho de la historia. Es una respuesta directa a condiciones materiales muy reales que la izquierda ha ignorado. No es casualidad que millones de trabajadores, antaño votantes de partidos progresistas, hayan optado por partidos de derecha o incluso extrema derecha. “No son simples relatos construidos en el aire”, argumenta, “es la realidad política, social y económica lo que ha cambiado”. Y, según Vaquero, la nueva izquierda ha jugado un papel decisivo en este proceso de desarraigo.

“Lenguaje inclusivo” y otros placeres: La sátira de Vaquero

Más allá del análisis político, el libro reserva una sección especial que hará reír —y pensar— a más de uno. Vaquero carga contra el “maldito lenguaje inclusivo” con una ironía afilada que oscila entre la crítica y la parodia. Sin embargo, detrás de sus bromas y sarcasmos, se oculta una reflexión más profunda: el autor parece sugerir que, mientras nos peleamos por pronombres, dejamos de lado las verdaderas batallas de quienes siguen sufriendo las consecuencias de la desigualdad.

Y no termina ahí. Vaquero se lanza a criticar una retórica vacía que, según él, más que acercar soluciones, construye muros entre sectores de la sociedad. El “lenguaje inclusivo” es solo una metáfora de este distanciamiento. En una sociedad que se desmorona por las tensiones económicas y sociales, ¿es acaso el debate sobre el género lo más urgente?

Vaquero: el canalla que te hará pensar

Como bien se dice en la reseña, estén o no de acuerdo con Vaquero, lo que nadie puede negar es que sus ideas hacen pensar. El autor juega con las ideas, les da vueltas y las lanza al lector como bombas intelectuales. Y si te incomoda lo que dice, probablemente esté logrando su objetivo. Porque, al final, más allá de los titulares, lo que busca es sacudir conciencias, poner el foco en los obreros —los olvidados— y en la deriva de una izquierda que, según él, camina hacia su propia tumba.

Vaquero es un autor que despierta pasiones, odios y admiración a partes iguales. Pero lo que está claro es que no deja a nadie indiferente. Para algunos, es un provocador; para otros, un pensador necesario. Lo cierto es que su libro promete no pasar desapercibido, ni en las tertulias televisivas ni en las discusiones de bar.

¿Será que en su crítica, tan punzante como incómoda, hay algo de verdad? ¿Es la izquierda actual realmente la responsable del auge de la derecha entre las clases trabajadoras? ¿O, como él mismo plantea, estamos frente a un fenómeno más complejo, donde los discursos ya no sirven para explicar el mundo?

Lo que está claro es que la próxima vez que escuchemos a alguien preguntarse por qué los obreros votan a la derecha, el nombre de Roberto Vaquero estará más presente que nunca.

Origen: El último libro de Roberto Vaquero y la crisis migratoria – Zenda