Robin Cook - Miedo mortal

Publicado el 06 febrero 2011 por Polonius
 
La repentina aparición de proteínas extrañas fue el equivalente molecular de la peste negra: fue una condena a muerte sin posibilidad de conmutación, y Cedric Harring no tenía la menor idea de que un drama estaba a punto de producirse en el interior de su cuerpo.
En cambio, las células del cuerpo de Cedric Harring sabían con toda exactitud las consecuencias desastrosas que les aguardaban. Las nuevas y misteriosas proteínas que se colaban por entre sus membranas eran devastadoras, y las pequeñas cantidades de enzimas capaces de hacer frente a las invasoras resultaban del todo inadecuadas. Dentro de la hipófisis de Cedric, las nuevas y letales proteínas podían acoplarse a las represoras que bloqueaban los genes de la hormona de la muerte. A partir de ese momento, con los genes fatales liberados, el resultado era inevitable: la hormona de la muerte comenzó a ser sintetizada en cantidades sin precedentes y, al ingresar en el torrente sanguíneo, inició su recorrido por el cuerpo de Cedric. Ninguna célula era inmune. El fin era sólo cuestión de tiempo. Cedric Harring estaba a punto de desintegrarse en sus elementos estelares.Aquí