"Hace cientos de años, los vikingos realizaron contínuas campañas de conquista por toda Europa.
Estos audaces guerreros -daneses, noruegos o suecos-, tuvieron atemorizado a medio mundo durante tres siglos.
Sus aventuras parecían no tener límites geográficos: Alemania, Francia, España, Portugal o Rusia fueron visitados por los feroces vikingos".
Es curioso los motivos que tiene nuestra mente para recordarnos lecturas o momentos. hace unos días estuve haciendo eso que ahora llaman deporte de aventura y que nos recuerda que ya no somos tan jóvenes como pensábamos. entre las actividades que se realizaban había casi de todo, desde tirarse de alturas insospechadas amarrado a unas gomas hasta escalar paredes agarrados a unos minúsculos apoyos de colores. Y entre ellas, tiro con arco. De algún modo, mientras demostraba que la puntería y yo no íbamos a ser buenas amigas nunca, recordé este libro. Por eso hoy traigo a mi estantería virtual, Robin Hood.
Roberto Fitz se va a casar con Mariana, hija del barón de Arlongford. O eso piensa él, porque la ceremonia se ve interrumpida por los hombres del príncipe Juan que declaran al novio proscrito. Roberto escapa y se refugia en Sherwood dándose a conocer como Robin Hood, mientras que Mariana es encerrada por su padre, custodiada hasta que logra huir para buscar unirse con su amada. El príncipe Juan, enamorado de ella, iniciará una búsqueda desesperada en la que no permitirá que nada se interponga.
Este libro, cortito, habla de una de las leyendas más famosas que han sobrevivido hasta nuestros días. Robin Hood robaba a los ricos para dárselo a los pobres, nada que no sepamos... aunque lo que no sabemos a ciencia cierta es si realmente existió. Se conoce a un Hood en York que podría ser, y a otro hombre llamado Thomas de Lancaster que contaba entre sus súbditos a un Bob Hood quien, alzándose contra Eduardo II tuvo que refugiarse en el bosque lindante con Sherwood. Otros se amparan en el Robin histórico que dice que existió durante el reinado de Ricardo Corazón de León. No sólo eso, sino que estuvo en los bosques hasta que, herido de muerte, se refugiaría en el convento de Kirklees y desde una ventana disparó su última flecha. La que marcaría el lugar en que sería sepultado al morir poco después.
Sea uno u otro, nos situamos en el reinado de Ricardo Corazón de León quien, yendo a combatir en las cruzadas, dejó el poder en manos de Juan sin Tierra, un mandatario mucho menos sensato instigando de revueltas y subiendo impuestos. En este caldo de cultivo aparecen rebeliones, y es cuando aparece nuestro Robin, conocido por todos ya sea por cuentos, cine, libros o leyendas.
Fidelidad, amor, lealtad y traición se unen en esta historia conocida por casi todos que se nos descubre en este libro como mucho más que una simple historia de buenos y malos. El contexto histórico es apasionante, así como la vida que queda reflejada entre sus páginas aparecidas por primera vez hace más de 5 siglos. Una historia que leí con ojos de casi adolescente en busca de un mito de los libros de aventuras, pero con la mente de un adulto que me permitió recoger cada matiz de la historia. Ya lo había conocido de forma literaria en Ivanhoe y, de la forma más inesperada, cobró interés este héroe de toda la vida del que sólo sabía que robaba a los ricos para dárselo a los pobres. Pero la historia escondía mucho más.
Esta vez lo fácil sería hablar de la crisis, de lo mucho que tienen unos pocos y lo poco que tienen los muchos. Fantasear incluso con la posibilidad de que apareciera una persona con ese espíritu para ayudarnos a todos. Pero no, prefiero coger otro camino y hablar de esas historias que, por resultarnos excesivamente familiares, dejamos de lado sin darnos cuenta que son grandes nombres y grandes títulos de la literatura. Porque todo el mundo los conoce, todos sabemos quien es Robin Hood y apenas un puñado de nosotros se anima a leerlo. y digo yo, ¿aquellas historias que hemos oído mil veces las asumimos como ya conocidas y por ello quedan descartadas de nuestras lecturas?
Gracias