El Gobierno tiene previsto aprobar hoy, en consejo de ministros, los presupuestos más duros que ha conocido la generación que ha crecido y madurado en democracia. La de antes no conocía presupuestos: se decretaba desde arriba, a base de limosnas y prebendas justas para desmontar cualquier atisbo de protesta social, se cerraban compuertas para que no pudiéramos ver qué sucedía fuera, sólo intuido por el turismo que abarrotaba las playas. El paternalismo del Estado dictatorial y también de los grandes empresarios se plasmaba en cada acto, en cada manifestación. Si había alguna escaramuza, se minimizaba, por aquello del efecto llamada.
Ahora, ese padre se ha vuelto tiránico y ejerce el poder que recogió en las urnas. Hoy lo veremos, a lo largo del día, una vez se den a conocer las grandes líneas maestras que han