Investigadores de la Universidad de Berkeley (California, EEUU) han desarrollado un exoesqueleto basado en la estructura y habilidad de las cucarachas para facilitar las tareas de rescate en grandes catástrofes.
Este grupo de científicos comprobó la extrema habilidad de las cucarachas para deslizarse por las grietas más pequeñas.
Con este análisis, los profesores de la Universidad de Berkeley propusieron la creación de un robot con las características de una cucaracha y que pudiera introducirse entre los escombros y detectar la existencia de supervivientes.
El robot, llamado CRAM, apenas mide un palmo, puede extender sus patas cuando es aplastado y así introducirse en los recovecos más inhóspitos.