No estoy gorda, soy ancha
de huesos
Sus abuelos son Pedro Carrasco y Rocío Jurado. Esa fue la única generación que tuvo oficio y beneficio, ya que sus padres son Antonio David Flores, un inspector de billeteras que vive del cuento y Rocío Carrasco, una que actualmente vive también del cuento también.
Repartió la infancia entre sus padres, que tenían la custodia compartida. Pero por lo que se ve, el trato con su madre era peor que el de Dakota y su madre.
Solía pegar a su madre habitualmente porque no le pelaba las nectarinas.
Ella se lo contó al padre y dijo que fue Rociíto quien la pegó y éste la denunció. Por suerte el juez se dio cuenta que en realidad era al revés y que fue ella la que maltrataba a su madre.
Su madre hizo lo imposible para que no la llevaran a un correccional, pero se la regaló a su padre.
Según dice ella ha sido como camarera y ahora se dedica al coach nutricional. La misma confianza que un peluquero calvo. Y más si se tiene en cuenta que la empresa esa es una estafa piramidal
Saltó a los platós con GH VIP 7 como defensora de su padre, pero su primera aparición en televisión se produjo en Supervivientes 2017, edición en la que participó su tía Gloria Camila (otra que no ha dado un palo al agua).
Allí no solo no adelgazó, si no que engordó. Un misterio que aun investigan cientifícos, enviados especiales de El Vaticano y corresponsales de Cuarto Milenio.
Una teoría asegura que en realidad, las palmeras eran de chocolate. Otros que por la noche salía a alta mar y se atiborraba de plancton.
Algunos envidiosos aseguran que es porque era la protegida de Telecinco y se pasaba el día comiendo tras las cámaras. La verdad está ahí fuera.