Rock Federal: Alejandro Matos

Publicado el 08 mayo 2024 por Moebius
Volvemos con Rock Federal al blog cabezón, después de un tiempito de descanso. Y el que abre el juego es Alejandro Matos. Guitarrista, aunque también se da maña con otros instrumentos. Toca Rock Progresivo. Nació en Buenos Aires, su niñez y adolescencia fueron en Carmen de Patagones y luego volvió para radicarse en donde nació hace ya varios años. Dice que su carrera musical comenzó en el 2004, cuando se decidió a tocar con su nombre al frente. Pero antes de eso, hubo decenas de proyectos, pero no solo de rock progresivo, sino también de Post Punk y Rock Gótico. Bienvenidos a la nueva temporada de Rock Federal, el trabajo en conjunto entre AMIBA (Asociación Músicos Independientes Buenos Aires y Cabeza de Moog).

 Por Beto Nacarado

Alejandro Matos es un músico de rock progresivo, pero sin seguir los lineamientos más clásicos de ese formato. Particularmente en lo que tiene que ver con el virtuosismo y la complejidad en la ejecución. Esa complejidad para él está más presente en el concepto del proyecto que en la ejecución. Y menciona el 2004 porque fue el momento en que pudo organizarse como músico, armar su propia banda y comenzar a grabar discos.

Esa banda propia está formada por músicos de sesión, por lo que todo lo que concierne al concepto y el control de lo que se quiere hacer dependen exclusivamente de Matos.

Ya que no puedo hacer un hit, o lo que yo creo que es un hit no le gusta a otros, por lo menos hago algo que sea digno”

Alejandro ha editado cuatro discos: PERSONA (2006), FREAK (2009), LA POTESTAD (2015) y CARNAVAL DE LAS VÍCTIMAS (que salió recientemente) 

El proceso de creación de CARNAVAL DE LAS VÍCTIMAS comenzó diez años antes, en 2014. Alejandro Matos: “todo el período de maduración no fue tan malo porque el disco paulatinamente ha ido madurando y no se puso agrio, con esa maduración”. 

Tapa de Carnaval de las víctimas

Matos es de trabajar lentamente, en especial al momento de componer el material. Su método, en lo que tiene que ver con la música, es ir armando pequeñas células musicales (fragmentos de 4 a 8 compases, ideas, un riff o un sonido no armónico). En palabras del guitarrista: “Uno, como músico, termina siendo un excavador para encontrar esa idea o frase musical que te represente”. 

Su metodología, para con las letras de esas canciones, pasa por un lugar diferente. “En primer lugar escribo libremente, después de un tiempo ves que 30 o 40 poesías de las que escribiste tienden hacia un lugar determinado. Entonces comprendes que allí hay un concepto. Ese concepto, más tarde o más temprano, termina dándote el nombre del disco, en el caso de mí último trabajo: “Carnaval de las víctimas”. Pensando en lo que hay alrededor del carnaval de las víctimas aparecen los nombres de las canciones. Y luego  de esos nombres termino de armar las letras. Posteriormente comienzo a unir los fragmentos musicales y finalmente llega el momento de la grabación”.

Si bien eligió el formato disco (todas las canciones juntas, más allá de que no se edite en físico), pensó en la posibilidad de ir sacando sus temas en las redes de una en una, del modo como se estila actualmente. “Al ser un outsider y perder la posibilidad de hacer una carrera en la música, puedo hacer ese arte como quiero, total, para qué me voy a mostrar simpático o fácil cuando igual van a pegarme un cachetazo”.

Me formé escuchando una música que me gustaba y que no es fácil de escuchar o asimilar a primera oída, con King Crimson, Pink Floyd o Gentle Giant entre otros, pero también escucho Música Contemporánea. Siempre hay una música que lleva a que me convierta en público. Me acuerdo cuando escuché por primera vez The Wall de Pink Floyd me pasaba que no entendía cuando terminaba un tema y comenzaba el otro. Porque como es una especie de ópera está todo mezclado y con una gran producción. Yo sentía que me daban un plato volador y un destornillador para manejarlo, a modo de ‘Tomá, arreglate’. Después lo entendí y fui por más”. 

Los próximos pasos de Alejandro Matos serán rearmar la banda y salir a tocar en vivo. Y, con algún colega que tenga ganas de acompañarlo, armar un festival o cosa por el estilo que se saldrá del formato de venta de entradas obligatorias.

 

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Beto Nacarado