Pues sin ser yo muy fan de lo de Toro y Moi ni nada de eso, he aquí un proyecto paralelo que me tiene de lo más enganchado. Se llaman Astronauts, etc, vienen de Oakland, y el que está al frente del quinteto es Anthony Ferraro, teclista que acompaña al conocido grupo de Chaz Bradley Bundick en sus giras por el mundo. Algo tienen en común ambas bandas, faltaría más, pero el acento funk de la banda madre se disuelve en las sedosas cadencias de la banda recién nacida.
He podido escuchar el disco: “Mind Out Wandering” no se publica hasta la semana que viene, pero los chicos de The Hype Machine han estado muy al tanto, y el álbum completito está subido, en absoluta primicia y sólo por un tiempo, en esta dirección que enlazo aquí: deberíais hacerlo, además, si se empieza a hacer de noche y a vuestro lado se encuentra la hermosa mujer /el apuesto varón de vuestros sueños. No por nada, sino porque las diez canciones que integran el álbum son de ese tipo de que parece susurrar al oído: “Ponte cómoda / Suéltate otro botón de la camisa”. Ahá.
Dadle una escucha a “Shake It Loose“. Deslizaos en la madrugada con la untuosidad a cámara lenta de “No Justice“, embriagaos con el falsete acariciador de “I Know“. Decidme después que no os están entrando ganas de poneos un disco de Steely Dan, de poneos otra copa, de poneos (definitivamente, sí) algo más cómodo. Vale, igual soy un salido, pero decidme que el proyecto musical salido del dormitorio de Anthony Ferraro no es justamente de la clase que invita a volver inmediatamente a él. Al suyo, no joder, al de cada uno. (Ay, que tengo el día chistosito, qué le vamos a hacer).
De momento, vamos a dejarlo ahí. El disco, digo: no descartéis que con el tiempo acabe encaprichándome de alguna de estas canciones nocturnas y alevosas, y volvamos a hablar de “Mind Out Wandering” un poco más despacio antes del resumen fin de año. Además, las raquíticas estadísticas del número de clicks a los enlaces (sí, también veo eso) os delatan: no os creéis ni la mitad de lo que os cuento, así que tendré que seguir insistiendo, seguramente. Pero he aquí que el Sr. Helvética se guardaba un as en la manga, un golpe de efecto con el que girar unas cuantas cabezas y conseguir que le prestéis a este disco delicioso la atención que se merece: mi pequeño truco final se llama “Rocket Man” y es, sorpresa, un delicioso cover de la famosérrima canción de Elton John, firmado conjuntamente con Toro y Moi, y NO incluido dentro de las canciones del largo. Y es una barbaridad, de esas que da pleno sentido al verbo versionar: Astronauts, Etc, llevan a su terreno la requeteconocida canción del británico (iba a decir que la dejan irreconocible, pero no es exactamente eso: lo que hacen más bien es arreglarla para una velada que acabará en revolcón) y logran con ella una atención que probablemente no hubieran logrado con sus estupendas canciones propias. En cuanto al hombre del mochila propulsora (aquello de los jetpacks que gustaba tanto en 1972, ya sabéis), se ha desprendido de ella. Y de la camisa. Y de los pantalones. Y te está mirando con un extraño brillo en los ojos, apenas cubierta su cintura con las sábanas de raso.