Pero ponía el disco ("Appetite for Destruction", 1987) y no lograba encontrar ese tema que me había llamado la atención. Al final, podía ser. Se me mezclaban partes. Estaba casi todo, pero faltaba algo.
No, no faltaba nada; simplemente "Rocket Queen" era un temazo dividido en dos partes, donde la melodía y la onda cambiaban claramente. Me gustó más aún.
Arranca arrasando con un riff vueltero y desafiante. Slash contó que esa parte la compusieron con Duff McKagan en las primeras épocas dando vueltas por Los Angeles.
Luego Axl Rose hacía lo suyo, con su letra dedicada a una chica llamada Barbi Von Greif; y su voz reforzada con un efecto penetrante y agudo que entra en el cerebro y sigue dando golpes dentro.
Los gemidos a la mitad del tema son de una tal Adriana Smith, que tuvo sexo con Axl en el estudio de grabación (miralo vos a Rose emulando al gran Serge Gainsbourg); porque el muchacho quería dar un "toque porno" al tema, así que se busco una señorita (mucho no le costaba) y la llevó bajo los micrófonos. El problema fue que Adriana era (ejem) la novia del batero Steven Adler, pero bueno; todo queda entre... ¿amigos?.
Bueh, volviendo a lo que importa, a esa altura el tema explota en distorsión y guitarras que te envuelven y te dejan tirado para regalo.
Después llega esa otra parte (al minuto 3:25), que el propio Rose cuenta que la pensó a manera de mensaje final esperanzador para esa "rocket queen" a la que le canta.
La melodía pasa a ser algo dulzona y "country", para luego volverse más dramática, pero siempre apuntalada por esa pared rockera detrás.
Si a esa última parte del tema la hubieran separado y dado forma de track independiente seguramente aún hoy sería de esos hits que pasan repetidamente por las radios, sin duda.
El disco era perfecto en su totalidad, y éste era el final ideal.