Uno de los rumores que desmiente en el libro es que nunca tuvo que someterse a un lavado de estómago por ingerir el semen de unos marineros en San Diego. "Esta rocambolesca historia se la inventó mi expublicista cuando le despedí. Fue su manera de "vengarse". He hecho muchas cosas en mi vida, pero jamás me han realizado un lavado gástrico ni tampoco le di placer oral a un grupo de marineros", escribe Stewart en su libro.
Entre los mitos desmentidos se encuentran historias reales como que el cantante consumía cocaína analmente a través de supositorios. Esto era debido al gran miedo de las consecuencias estéticas y de salud que comenzaban a hacer mella en su nariz y en sus vías respiratorias.
"Metía la cocaína en cápsulas y me las insertaba por el ano, ya que las consecuencias del consumo a través de la nariz se estaban haciendo visibles y físicamente también me estaba afectando. Me parecía alucinante la manera en la que el organismo absorbía la droga".
Stewart también cuenta que nunca tuvo una auténtica adicción, que sólo consumía de manera social.