El sábado falleció el escritor argentino Rodolfo Fogwill. Irreverente y provocador. No leí aún ninguno de sus libros, aunque tengo varios en mi lista interminable. En mi caso, es de esos autores que uno va posponiendo porque lo tiene a la vuelta de la esquina, porque siempre habrá tiempo para leerlo.
Ahora sólo me queda acercarme a él como uno más de los autores que ya finalizaron su obra, aunque no por decisión propia, sino por los avatares de la muerte.
Por los comentarios sé que es un escritor que uno ama u odia, no tiene puntos intermedios. Y como buena adoradora de escritores malditos, seguramente estaré en el primer grupo, aunque ya no podré soñar con cruzármelo en alguna Feria del Libro, o presentación, o charla.
Es una pena que otro artista de su estatura nos abandone. Los últimos años han estado colmados de grandes pérdidas.