Rogamos que los ciudadanos vuelvan a casa: ha empezado la revolución

Salvando las distancias el panorama en Madrid puede parecerse bastante estos días a la más famosa de las aventuras de Alan Moore. Sistemas de megafonía en el tren de cercanías avisando a la ciudadanía de que la concentración en Sol es ilegal, policías en las calles, tertulianos acusando de terrorismo a los disidentes, banners publicitarios en el metro:

El sistema ha cometido un fallo:

“[...] se considera que la petición de voto responsable a que se hace referencia puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto” Comunidado de la Junta Electoral prohibiendo las concentraciones.

Esa parte del comunicado es esencial, como si una línea del código de programación de Matrix se hubiese estampado con la siguiente y surgiese ese bug. ¿Habrá sido sin intención o el becario al que encargaron redactar el texto quiso lanzar ese mensaje? Fuera como fuese el mensaje es aclarador. El voto responsable en plena campaña electoral es un acto antisistema, las votaciones están pensadas para que votes a los de siempre, sino el sistema ya no les sirve. Yo no lo haré, no lo merecen.

Ahora queda más claro que nunca que hay que acudir a las movilizaciones. Nos han dejado claro que no tenemos ese derecho que creíamos nuestro, que no podemos salir a la calle a no ser que España gane el mundial o sea para ir a ver sus mítines o votar (si es a ellos). En pleno periodo electoral se prohíbe un evento por tener carácter “electoralista”. ¿Pero no era eso legal? Depende de quien lo haga, oiga, depende. El sitio de la ciudadanía, para ellos, no es la calle. No solo tendremos que luchar por el futuro arrebatado, sino además, por el derecho a luchar por el. En la calle nos veremos.