Rogelio es un señor que viene al albergue de personas sin hogar donde trabajo. Es el clásico yonki. Su aspecto exterior es lamentable, debido al estrago que han causado las drogas. Dormía en la calle, en la puerta de una famosa tienda de ropa de moda. No sabe poner límites. Muchas veces juega en mi despacho intentando hacernos cosquillas. A mi compañera muchas veces quiere darle un beso... Como ven, aunque no tenga un diagnóstico médico es evidente que padece un trastorno mental.
Desde octubre empezaron a circular por los grupos de WhatsApp de las madres del cole mensajes con una descripción exacta de Rogelio. En estos mensajes se advertía de que era un acosador sexual que buscaba niñas para propasarse con ellas. Ya les he dicho que no sabe poner límites, pero no es un sátiro. Nunca ha hecho nada semejante. Es muy pesado y es cierto que alguna vez dice a las mujeres que pasan por su lado que son muy guapas y que se casen con él. De ahí no ha pasado nunca. Una semana después de la aparición de estos mensajes, Rogelio fue detenido por abusos sexuales.
Tras casi tres meses desde su detención, por fin ha aparecido otra vez Rogelio por el albergue. Ha sido declarado inocente por falta de pruebas. Era lo esperado. Ya les digo que lo conocemos bien y, a pesar de su aspecto, sabíamos que no era de ese tipo de personas. Y ahora ¿qué? ¿Quién es el responsable de esta detención? ¿Quién le devuelve estos meses a Rogelio? ¿Por qué los delincuentes que vemos diariamente por televisión, los políticos, siguen campando a sus anchas? La única conclusión que saco de todo esto es que es muy sencillo encarcelar a los parias, mientras los poderosos siguen libres. La Justicia es una tomadura de pelo.
Piensen.
Sean buenos.
La canción regalo de hoy viene de la mano de Laura Singer, Superyonkis. Con todos ustedes: ¡Pereza!
https://youtu.be/JFn9kg9s5AQ