La historia de Roger Milla es digna de película, una historia de esas que hacen que el espectador se identifique y le guste el personaje en cuestión. La de un futbolista que triunfó cuando menos se lo esperaba, cuando ya se creía que lo había hecho todo, cuando ya pensaba que había llegado al final del camino, y lo mejor de todo es que aun hubo más.
Roger Milla, el héroe por accidente
Milla, había labrado una carrera como futbolista desde muy joven, jugando en su país y en Francia durante la década de los 70’s y los 80’s. Con suerte dispar en Francia y siendo un ídolo en su país, participó en el Mundial de 1982 en España y ganó la Copa Africa de 1988 con Camerún. En 1989 se retiró del fútbol y se fue a vivir a Isla Reunión, en medio del Pacífico. Hasta aquí algo normal.
Lo extraordinario de esta historia viene cuando, Roger Milla se encontraba plácidamente tomando el sol en su domicilio de Isla Reunión y recibió la llamada del presidente de la Federación Camerunesa de Fútbol. El objeto de la llamada, no era otro que pedirle a Milla, que participara en el Mundial de Italia 90 ante la sorpresa de este que con 38 años en ese momento, gozaba de su retiro ganado después de una buena carrera.
Roger aceptó la oferta y acudió a la cita mundialista donde todos pensaban que Camerún iba a ser una mera comparsa y él con casi 40 años, una figura decorativa. Además, el primer partido no invitaba al optimismo. Se iban a enfrentar al campeón de la edición anterior, a la Argentina de Diego Armando Maradona.
Italia 90, el Mundial de Roger Milla
Aquel partido fue una de las sorpresas más mayúsculas que ha dado la historia del fútbol. Camerún ganó a Argentina por 1-0 y Roger Milla, salió desde el banquillo aunque no marcó en dicho partido. Nuestro protagonista iba a hacer historia a partir del segundo partido.
Se enfrentaba Camerún contra Rumanía, en el minuto 58, cuando el delantero saltó al terreno de juego, el marcador reflejaba empate a uno. Milla marcó dos goles que le dieron la victoria a su equipo y fijó su nombre en el libro de los Récords Guiness como el jugador más veterano en marcar en un Mundial, registro que pulverizaría unos años después, en USA 94.
Camerún pasó a octavos de final y allí se enfrentó a Colombia, que era otra de las sensaciones del torneo. Ya en la prorroga, Milla iba a realizar una nueva machada para la historia, iba a marcar los dos goles que le daban el pase a Camerún a cuartos de final por primera vez en la historia para ellos y por primera vez en la historia para una selección africana.
El grave error de René Higuita
El segundo de ellos, altamente recordado tras una jugada del excéntrico portero colombiano Rene Higuita, quien trató de regatear a Milla, este le robó el balón y sentenció el partido ante la cara de asombro del colombiano.
En cuartos cayeron con todo el honor del mundo frente a Inglaterra, perdiendo por 3-2 y donde Milla, dio de nuevo una lección magistral, forzando el penalti del primer gol de los suyos y asistiendo para el segundo. Aquí acabó el camino de Milla en el Mundial de Italia 90, pero no sería su último Mundial.
La fama, el reconocimiento y el honor a nivel mundial le habían llegado cuando menos se lo esperaba, cuando ya se encontraba disfrutando de su retiro en una isla paradisíaca en mitad del océano. El nombre de Roger Milla quedaba grabado en la historia para siempre. Finalizó el torneo con cuatro goles y su imagen bailando en el banderín del córner para celebrar los goles dio la vuelta al mundo.
Aún volvió a jugar y a marcar un gol en el Mundial de USA 94
Pero la historia de Roger Milla en los Mundiales no acaba aquí. Cuatro años después, estando más retirado que en 1990, fue reclamado para volver a jugar con Camerún, esta vez en el Mundial de USA, en 1994. Con 42 años y siendo ahora si una mera figura representativa, tuvo tiempo de marcar un gol contra Rusia y volver a dejar su nombre grabado como el jugador más viejo en marcar en un Mundial.
Además de ser el único jugador africano en disputar tres Mundiales. Esta vez Camerún tuvo un papel discreto pero él, volvió a dejar inscrito su nombre en la historia para siempre. Roger Milla, sin duda un héroe por accidente.