Rojo sobre blanco

Publicado el 18 agosto 2013 por Fimin

18 de Agosto del 2013 | etiquetas: Ruta Cults, Cuadernos de Verano

Twittear

"Creo que las imágenes más aterradoras son aquellas que te formas por ti mismo. ¿Hay alguien detrás de la puerta, o son solo dos zapatos los que están ahí? Muchos cineastas te echan monólogos a la cara; es mucho más interesante sugerir diferentes cosas al público, así pueden verse involucrados. Es muy fácil hacer sentir al público mal. Esta película va más de la reacción que de la acción: de cómo las personas reaccionan a las acciones más que las acciones en si mismas". Tomas Alfredson

5 RAZONES PARA VER DÉJAME ENTRAR 

1. Algo más que fantasía 

"Déjame entrar" supuso un soplo de aire fresco en el cine de vampiros ya que iba mucho más allá de la ficción para tocar temas tan reales como el bullying escolar, el impacto de la separación para un niño y por encima de todo, la soledad de dos seres socialmente incomprendidos que se encuentran para aceptarse bajo cualquier circunstancia. 

2. Cara a cara 

Encontrar a los actores que pongan cara a tu película puede ser el proceso más difícil de la misma. Si hay algo claro en el cine es que si fallan los actores, la película hará aguas por muy bien hecha que esté. Son ellos la última instancia para que nos creamos lo que vemos. Quizá por eso a Alfredson le costó un año encontrar a los dos adolescentes que serían sus protagonistas principales. Los dos tenían que tener características totalmente contrapuestas, Eli tenía que ser todo lo que no era Oskar, y viceversa. Y pueden estar tranquilos, porque eligieron bien. 

3. Doblando a Eli 

Nadie duda del talento de Lina Leandersson para dar vida a Eli, pero por exigencias del guión, la joven actriz tuvo que dejar su voz de lado y ser doblada. Su tono era demasiado dulce para un papel que demandaba cierta ambiguedad sexual y un toque de oscuridad. La encargada de ponerle voz fue Elif Ceylan. 

4. El cierre perfecto 

Si le preguntas a alguien por “Déjame entrar”, la escena de la piscina posiblemente será lo primero que recuerden. De una sutileza extrema, le demuestra al remake americano que no hace falta oscuridad para retratar el miedo. 

5. Mal karma

En el script original, había una escena donde se incluía la castración de Eli, pero al final tan solo quedó un pequeño destello de la zona mutilada. ¿El por qué? Para la escena que tenía Alfredson en mente se iban a necesitar más que efectos especiales, tenían que utilizar a un cerdo y cortarle para poder grabar. Cuando vio al cerdo fuera esperando junto con el carnicero, Alfredson se negó rotundamente a hacerlo.