Comienzo el mes de febrero con una dulce propuesta. La masa brick son unas obleas muy finas de pasta que se emplea mucho en países árabes y que puede freírse u hornearse tras rellenarse con cualquier fanfarria dulce o salada.
Para cuatro personas:
- 8 láminas de pasta brick (la que tenía en casa era un rollo de 90 g de pasta, sin cortar, del que me salieron 5 rollitos)
- 2-3 manzanas
- ralladura de naranja
- 2 cucharadas de azúcar glas
- aceite de oliva (o de girasol)
- canela en polvo
- almendras laminadas para adornar
Se pelan las manzanas, se cortan en cuatro, se descorazonan y se cortan en dados pequeños o láminas. Se precalienta el horno a 170ºC. Se mezclan con la ralladura de una naranja (se ralla sin llegar a la parte blanca de la fruta, pues amarga).
Se extiende una lámina de pasta brick de unos 30 cm y se pincela con aceite o mantequilla derretida. Se añade azúcar glas, canela y almendras y se dobla por la mitad. Se dispone la manzana troceada en la parte a lo ancho y se va enrollando formando un rulo o rollito.
Se hacen rollitos hasta que la masa se acabe ( me salieron 5 rollitos). Se colocan los rollitos en una fuente o en la bandeja del horno forrada con papel de horno y se hornean durante 30 minutos hasta que estén doraditos.
Se espolvorean con azúcar glas, más almendras y canela y se acompañan (templados o fríos) de helado de nata, de vainilla, de caramelo o de turrón.