Este es un plato muy fácil pero con un resultado magnífico. Con ingredientes que tenemos en casa habitualmente podemos preparar un delicioso pollo con un toque mediterráneo.
Con unas simples pechugas de pollo o 4 contramuslos deshuesados y abiertos podéis hacer una farsa y rellenarlos para hacerlos más sabrosos. El queso que yo elegí fue mozzarella, pues siempre tengo en mi nevera bolsitas de queso rallado, pero podéis usar el queso que más os guste: manchego, Idiazábal... y rellenarlo además con jamón cocido.
Para 4-5 personas:
- una pechuga de pollo cortada en 4 filetes
- 200 g de queso mozzarella rallado
- 1 huevo
- pan rallado
- dos tomates
- salsa pesto
- sal
- 4-5 zanahorias ralladas
- mahonesa
Se bate el huevo y se mezcla con el queso rallado, el tomate cortado concassé (en dados), el pan rallado y dos cucharadas de salsa pesto. Si no tenéis ganas de preparar el pesto casero, venden unas salsas envasadas en la parte del frontal frío que os pueden servir.
Se extienden las pechugas de pollo y se rellenan con esta farsa. Se enrollan y se atan con hilo bramante formando un rulo o rollo.
Se envuelven los rollitos en papel de aluminio y se hornean a 200ºC unos 15-20 minutos. Se retira el papel de aluminio y se dejan reposar. Se cortan el caracolas y se disponen en un plato.
Se acompañan de una ensalada de zanahorias que habremos hecho con las 4 zanahorias peladas, lavadas y cortadas en tiras con una mandolina. Se mezclan con la salsa mayonesa y se sirve con los rollitos.
En casa lo tomamos como plato único, comiendo cada uno un rollito con la ensalada de zanahoria.