Roma es una ciudad que hay que visitar aunque sea una vez en la vida, es otra de las ciudades italianas que es un museo al aire libre y callejeando por sus calles te encuentras monumentos y obras de arte con muchos siglos de historia.
La primera que vez que fui fue en agosto del 2007, para mi cumpleaños, fuimos solo un fin de semana, que se pasó volando y sabía que volvería. Había lanzado una moneda en la Fontana di Trevi
Mi hermana y yo teníamos ganas de hacer un viaje juntas, en octubre del año pasado teníamos cuatro días que nos venían bien a las dos y elegimos Roma como destino, ella no lo conocía y a mí me encanta Italia en general. Yo me encargué de los billetes de avión y ella se encargó del hotel. Ni que decir que eligió un hotel con una ubicación inmejorable, a menos de 100 metros de Piazza Venezia. Con lo que pudimos ir caminando casi a todos lados. Aunque 4 días en Roma son pocos nos dio tiempo para ver los monumentos más importantes. Eso si, levantándonos temprano y acostándonos tarde alguna noche que otra.
Lo primero que hicimos al llegar a Roma después de dejar las cosas en el hotel fue ir al Coliseo. Llegamos a una buena hora, compramos las entradas directamente en la taquilla, hicimos un poco de cola, pero va rápido. Nos recorrimos el Coliseo, vimos el Arco de Constantino, el Palatino y el Forum Romano.
Como la entrada que compramos valía para ver todo, entre una visita y otra hicimos una parada en una pizzería, ahí da igual donde vayas que la pizza está buenísima!
Continuamos nuestra visita yendo hacia la Piazza Venezia, dimos una vuelta por el centro histórico y callejeando llegamos hasta el Panteón y a la Fontana di Trevi y para terminar la tarde nos tomamos una cerveza en la Piazza Navona. Los precios en esta plaza son un poco altos, pero no es que vayamos todos los días, no?
Luego nos volvimos al hotel a descansar un poco, porque mi hermana nos había reservado una cena en barco por el río Tíber. La verdad que estuvo genial, Roma de noche es impresionante. Esta cena no es que sea barata, pero para ocasiones especiales o para darte un capricho está muy bien. El servicio y la comida es muy bueno, el paseo dura unas 2 horas y media y te incluye todo. Está más pensado para parejas, ya que es muy romántico, pero mola un montón. La cena terminó sobre las 23.30 y nos volvimos al hotel a descansar para el día siguiente.
Nuestro segundo día en Roma lo utilizamos para ir a la Ciudad del Vaticano, aquí contratamos una guía, para que nos vaya explicando todo. Tuvimos suerte y la guía era bastante buena. Esta visita es bastante larga, así que desayunamos bien, pero no salimos de ahí como hasta las 4 de la tarde y estábamos muertas de hambre. Así que en nuestra vuelta nos pusimos a buscar algún sitio para comer algo a un precio razonable. Así que empezamos a caminar por a Via della Concilliazione, es la calle que va al Castel Sant'Angelo. Encontramos un sitio que nos sirvió unos ñoquis a un precio razonable, y no sé si era por el hambre, pero estaban buenísimos! Luego ya que estábamos cerca nos fuimos a ver el Castel Sant'Angelo y cruzamos al otro lado para ir a la Piazza di Spagna y la Piazza del Popolo (Plaza del Pueblo). La verdad es que este día nos pegamos una paliza, ya que todo el recorrido lo hicimos caminando, menos la vuelta al hotel desde la Piazza del Popolo que nos volvimos en taxi.
Por la noche, preguntamos donde cenaban los romanos, y nos recomendaron un restaurante que estaba muy bien. Un restaurante típico de comida romana, en el Trastevere y no lleno de turistas. El Ristorante da Meo Patacca, con ese nombre no se me iba a olvidar, jejeje. Llegamos sin reserva al restaurante que esta en la Piazza dei Mercanti, nos atendieron muy bien, había música en vivo y el precio bastante razonable. Totalmente recomendable, cuando vuelva a Roma volveré a cenar ahí.
Luego salimos a tomar algo por el Trastevere y el Testaccio que cerraba más tarde.
Como el día anterior fue un día muy largo, el tercer día nos lo tomamos con más calma. Visitamos el Trastevere de día y comimos allí, visitamos el Campo di Fiori y volvimos para la zona antigua, empezando por la Piazza Bocca della Verità, que está en la Chiesa di Santa Maria in Cosmedin. Cuenta la leyenda que debes introducir la mano en la boca de la estatua y decir una verdad, en el caso de que mintieses se cerraría la boca, cortándote la mano. Luego continuamos por la Via del Circo Massimo y terminamos en las Temas de Caracalla.
El cuarto día nos íbamos por la tarde, así que hicimos el check-out, pero dejamos las cosas en consigna. Nos despedimos de Roma dando una vuelta por el centro, callejeando por sus calles, comprando los típicos magnets de souvenir, comiendo pizza y tomando helado.
Roma es una ciudad que hay que conocer, es impresionante ir caminando por sus callejuelas y de repente encontrarte con el Panteón o con la Fontana di Trevi. O con algún rincón encantador. Los precios en la ciudad eterna son como en cualquier capital europea, si has estado en Florencia, decirte que Roma es más barata. Los alojamientos tienen precios para todos los bolsillos, los vuelos a Roma son bastante baratos y comer puedes comer muy bien por muy buenos precios.
Espero que tu visita a Roma sea tan buena como la mía! Cuéntame que lugares has visitado, así me los apunto para la próxima!!!