El Mons Vaticanus a veces se dice que recibió su nombre de 'vaticinio', un oráculo o profecía; porque la tradición dice que Numa eligió la colina del Vaticano como un lugar sagrado desde el cual declarar a la gente los mensajes que recibió de los dioses. No es, sin embargo, una de las siete colinas en las que se construyó la antigua Roma, sino que forma parte de una cresta que comienza con el Janículo y termina con Monte Mario, todo lo cual estaba fuera de los límites antiguos de la ciudad. En nuestros días, el nombre se aplica únicamente al inmenso palacio pontificio adyacente a, y conectado con, la basílica de San Pedro.
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