Románico en Salamanca, huellas y vestigios.

Publicado el 27 julio 2024 por Monpalentina @FFroi

Ubicada en el antiguo Barrio Judío de Salamanca, la Iglesia de San Millán ha pasado por tres estilos artísticos diferentes: Románico, Gótico y Barroco, pero del edificio original sólo se conserva el ábside y algún detalle de la época. Hacia 1970 se desacralizó del todo. Desde 2010 el edificio, alberga el Centro de Interpretación sobre el Patrimonio Arquitectónico y Urbano de la Ciudad de Salamanca, llamado Monumenta Salmanticae.

Iglesia de San Cebrián

Fue construida en el siglo XII, erigida por los francos llegados a Salamanca para repoblar estas tierras. La cabecera de la iglesia se integraba en los elementos defensivos de la Cerca Vieja, la parte más antigua de la Muralla que se conserva. Fue demolida en el siglo XVI, aunque quedó en pie la cripta, que ahora se llama la Cueva de Salamanca, uno de los lugares más misteriosos de la ciudad.

Iglesia de San Polo


La antigua Iglesia de San Polo se construyó al pie de la Muralla en el siglo XII. De estilo mudéjar, por el uso de ladrillo quizás fuera construida por una población de mozárabes. En el momento de su construcción estaba situada extramuros de la primera muralla que tuvo la ciudad. Al construirse la segunda cerca, quedó incluida en el recinto amurallado. A finales del siglo XIX el templo quedó en estado de ruina y a finales del siglo XX una cadena hotelera construyó un hotel en el solar, respetando los restos que quedaban, que son visibles desde la calle y desde el interior. Hoy se consideran ruinas históricas.

Iglesia de Santiago


La Iglesia de Santiago, de estilo románico mudéjar es una de las más antiguas de Salamanca. Se encuentra junto al puente romano que atraviesa el rio Tormes. Fue construida en torno al siglo XII, aunque posteriormente se ha restaurado mucho. Desgraciadamente en el siglo XX se encontraba en un estado lamentable, pero la restauración que se acometió entre 1951 y 1965 transformó tanto la iglesia que la convirtió en un templo historicista neomudéjar, el arquitecto vallisoletano Anselmo Arenillas, cambió por completo su aspecto exterior, y su reconstrucción no fue nada fiel a la original. El interés está en su interior, tiene una pila bautismal y una talla de Santiago Matamoros, ambas del siglo XIII.


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