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Romasanta, el hombre lobo español y otros casos de licantropía

Publicado el 21 enero 2016 por Tras La Nube De Oort @BlogNubeDeOort

El hombre lobo de Allariz, el lobishome, el sacamantecas, el hombre del unto...Con éstos y otros tétricos nombres por el estilo se conoció a Manuel Blanco Romasanta, que tan malos recuerdos trae a la gente de la zona y que con sus crímenes se dio a conocer en todo el territorio nacional.

Nacido en 1809, desde pequeño procura adquirir cultura y logra hacerse con un nivel de conocimientos superior a lo que suele encontrarse en aquellos lugares y en aquella época, donde la mayoría no sabía ni leer ni escribir. Se casa con 21 años y enviuda tan solo tres años después.

Se ganaba la vida con varios oficios tales como carpintero, segador, buhonero...pero también desempeña oficios que por aquel entonces solo desempeñaban las mujeres como hilandero, tejedor o sastre, lo que le granjeaba una amistad y una confianza con las mujeres de los lugares que visitaba. Eran trabajos que desempeñaba por muchas zonas de Galicia y colindantes, lo que le dio unos amplios conocimientos de los montes, los bosques, los senderos y los caminos por los que transitaba.

Es esta vida itinerante la que le permite moverse por muchos pueblos de Galicia, en los cuales vendía cosas y desempeñaba algunos de los trabajos antes enumerados, pero también tenía una curiosa ocupación, que era la de escribir y leer cartas a la gente de esos lugares, gente que como hemos dicho antes, en un gran porcentaje, no sabían leer ni escribir.

En estos tiempos fue acusado de la muerte de un alguacil, siendo detenido, y posteriormente huyó desapareciendo durante un tiempo.

Posiblemente antes pudo cometer más crímenes que nunca conoceremos, pero fue en su reaparición en Rebordechao (Orense) donde Romasanta comienza su sanguinaria leyenda y su posterior caída.

Convence a vecinas, algunas con hijos e hijas, para aceptar trabajos en Santander sirviendo en casas de gente adinerada, por supuesto él se ofrece a llevarlas hasta allí, sabiendo perfectamente lo que hará con ellas. Lo hizo con varias mujeres, luego traía cartas "de ellas" (acordémonos de que era él el que las escribía) en las cuales decía que estaban bien y trabajando.

Con tantas ausencias mucha gente empezó a sospechar, empezando a circular los rumores sobre el sacamantecas, diciendo de él que mataba a la gente para sacarles la grasa, que luego vendía.

Esta situación hizo que Romasanta huyera a Nombela (Toledo), donde comenzó a trabajar como segador. Lugar en el cual fue reconocido por antiguos vecinos suyos que se habían desplazado allí a trabajar, fue denunciado y detenido por las autoridades.

El juicio contra Romasanta

En el Archivo del Reino de Galicia se guardan las más de 2000 páginas donde se describe todo el proceso judicial contra Manuel Blanco Romasanta. Son documentos que incluyen la confesión y el reconocimiento de Romasanta de haber matado a 9 personas (otras fuentes elevan el número hasta 13), las 224 páginas que elaboró Manuel Rúa Figueroa, el abogado de la defensa, los informes médicos, que incluyen análisis frenológicos (algo totalmente pseudocientífico), un calendario lunar que Romasanta llevaba cuando le detuvieron...

Cuando Romasanta fue detenido, como hemos contado antes, confesó los crímenes. Pero relató que mató a sus víctimas convertido en hombre lobo, sin armas, solo con sus dientes y sus garras, devorando su carne y posteriormente vagando en forma de lobo por los bosques y montes gallegos, víctima de una maldición que le hacía transformarse en dicha criatura en las noches de luna llena. Además contó que fue ayudado por otras dos personas que se convertían como él en hombre lobo, unos hombres llamados Manuel y Genaro, algo que jamás se pudo demostrar.

Fue un juicio muy sonado, pues una causa judicial por un caso de asesinato en el que aparecía la palabra licantropía no es algo que se vea todos los días, de hecho fue el primer juicio "serio" en España por esta causa (no contamos aquí las acusaciones de la Inquisición acaecidas en otros tiempos) y es también el único caso documentado de licantropía clínica (concepto que más adelante describiremos) en nuestro país.

La acusación no tenía cuerpos del delito, ni pruebas, solo algunos huesos, la confesión de Romasanta y los análisis frenológicos que le realizaron, aunque también se hallaron en su poder varias cartas pertenecientes a las víctimas, y hubo testimonios de gente que decía que Romasanta había vendido objetos pertenecientes a las víctimas. Aún así, y con la contundente defensa de su abogado Rúa Figueroa, no pudo evitar su condena.

En 1853 fue condenado a muerte en el garrote vil.

Pero las sorpresas no acaban aquí, ya que la causa llegó a las altas esferas y la propia Reina Isabel II le conmutó la pena de muerte por la de cadena perpetua.

Investigaciones recientes llevadas a cabo por el abogado y antropólogo Félix Castro, revelan que tras la conmutación de la pena de muerte, fue trasladado a Ceuta para cumplir la condena donde murió de cáncer de estómago en Diciembre de 1863.

Nunca sabremos cómo mató a sus víctimas, ya que no se encontraron los cadáveres, pero podemos imaginarnos a Romasanta asesinando en los bosques a sus víctimas en el espesor del bosque, cubierto de sangre y consciente de la matanza, ya que según él mismo recordaba lo sucedido durante esos momentos.

¿Realmente se creía hombre lobo y era un caso de licantropía clínica? ¿O era un psicópata que ocultaba sus sangrientos instintos bajo el velo de esa licantropía para intentar eximirse de la responsabilidad de sus actos como ser humano?

Licantropía

La licantropía lleva en el imaginario y la mitología del ser humano desde tiempos inmemoriales, pero hemos de diferenciar la licantropía mitológica de la licantropía clínica.

La licantropía mitológica es la habilidad por la cual una persona puede transformarse en lobo u hombre-mujer lobo (aunque también puede ampliarse a otros animales). En todo el mundo esta creencia está muy extendida, que a mi entender solo se halla dentro de los límites mitológicos y de la leyenda, es decir fuera de la realidad.

Pero existe otro tipo de licantropía: la licantropía clínica, que es un síndrome psiquiátrico por el cual una persona cree que se transforma en lobo u hombre lobo, aunque también se extiende a la transformación en otros animales. La persona afectada tiende a adquirir comportamientos animales tales como gemir y caminar a cuatro patas. Suele ir relacionado con la esquizofrenia o el trastorno bipolar.

Parece ser que Romasanta podía padecer este tipo de trastorno. El caso es que desde hace mucho tiempo estos casos vienen sucediendo, pero siglos antes no se conocía la figura de la licantropía clínica y se achacaba a la licantropía mitológica mediante la intercesión del demonio.

Vamos a poner un par de ejemplos de sucesos similares acaecidos en siglos anteriores, supuestos casos de licantropía clínica que los acusadores disfrazaron de licantropía mitológica relacionada con la mano del diablo.

Uno de estos casos es el del joven Jean Grenier, un chico francés de trece años acusado de matar y devorar niños. En su confesión, contaba como mediante la aplicación de un ungüento, que le había ofrecido un extraño hombre (que los acusadores identificaron como el diablo) podía convertirse en hombre lobo, matando y alimentándose de niños con los que se encontraba. Fue encontrado culpable y condenado a muerte, aunque parece ser que por su corta edad se le conmutó la pena.

Otro caso es el de Peter Stubbe, un supuesto hombre lobo alemán, acusado de matar, destrozar y agredir sexualmente a 13 niñas y 2 mujeres. Le detuvieron y seguramente mediante tortura, habitual en estos casos, confesó que se transformaba en hombre lobo gracias a un cinturón mágico y que en ese estado asaltaba y mataba a sus víctimas. Afirmaba recordar lo sucedido en la transformación, y recordaba sus garras y sus dientes brutales. En 1589 fue condenado a muerte y ejecutado.

Las preguntas que nos asaltan son: ¿Son realmente casos de licantropía clínica? ¿O fueron acusados falsamente y obligados a admitir tales acusaciones e historias siendo utilizados como chivos expiatorios? Es algo realmente complicado de averiguar.

La licantropía clínica es estudiada en la actualidad y hay muchos más casos registrados, pero ninguno tan brutal y sangriento como el de Manuel Blanco Romasanta, nuestro hombre lobo español.


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