Romina Carparelli, enóloga en Bodega Margot

Por Anaricci @AnaRicci

Fuente: Vinicast.  Romina Carparelli está a punto de cumplir 29 años, pero ya suma varias medallas de oro como enóloga en Bodega Margot, el emprendimiento familiar del que forma parte desde su creación, en 2002, junto a Sergio Mastrapasqua, Humberto Carparelli y Facundo Gauna. Tanto la juventud de Romina como el estilo de proyecto que conduce la vuelven una de las referencias de la nueva generación de enólogos argentinos. “Justamente estamos en el quiebre de los enólogos que fueron y los que vienen”, destaca. Por alguna razón que combina situaciones de mercado, y un progreso natural en el conocimiento de las zonas y cómo trabajarlas parece haber llegado la hora de proyectos mas pequeños y orientados a la alta gama.  “Estamos viviendo todo lo nuevo con ganas de hacer cambios y eso es un beneficio. Se terminaron las técnicas o recetas maravillosas y el éxito se esta viendo en los pequeños proyectos”, explica la enóloga.

Carparelli se graduó con honores en enología en 2005 y al año siguiente, obtuvo una beca para estudiar los procesos de la vinificación en España. Fue la primera en la familia en incursionar en el mundo del vino y hoy es una de las enólogas más jóvenes, con gran proyección.

Margot surge con el objetivo de hacer vinos de alta gama en partidas limitadas para la exportación desde el 2005, y Argentina desde el 2012. “Plantamos el viñedo de casi 30 hectáreas de donde salen nuestros vinos y empezó el sueño. En principio fueron 6000 botellas de espumante. A partir de 2002 hemos ido agregando producto y estamos en las 150.000. Queremos llegar a las 300.000 botellas, el objetivo final para la cantidad de uva que tenemos en el viñedo”. Ademas del equipo propio, la bodega tiene el prestigioso aporte del asesor internacional Paul Hobbs, Miguel Navarro, y el reconocido ingeniero Marcelo Casazza.

Si tuvieras que mencionar tres características personales del proyecto, ¿cuáles serían?

Acá hemos logrado vinos con una particularidad especial, creo que son diferentes, en estéticas diferentes. Ofrecemos un producto diferenciado: los vestimos de forma distinta, les ponemos un look para la ocasión de la mano de una familia. Generamos una bodega familiar profesional, cada uno desde el área en el que puede aportar, porque soy la primera que incursionó en el mundo del vino.

¿En que los diferencia el hecho de ser una bodega boutique?

Bodega Margot tiene el foco principal en la calidad, tanto en las uvas como en el vino. Este año el objetivo está puesto en la construcción de nuestra bodega, que ya esta lista pero no está visible para el turismo todavía. La idea es articularla con Casa Margot –el Hotel Champagnerie de lujo en Chacras de Coria- , y así poder recibir a los turistas y hacer degustaciones. Tenemos la ventaja de sumar al equipo a grandes profesionales, como Miguel Navarro, Marcelo Casazza y Paul Hobbs.

¿Qué puede aportar Hobbs en relación al mercado externo?

Él tiene una mirada absolutamente global. Asesora bodegas en todo el mundo. Nos puede dar la vuelta de tuerca comercial que necesita un vino para ser exitoso en un mercado. Tiene la habilidad de identificar las características y reforzar los puntos para tener éxito.

¿Cuánto más avance ves del Malbec argentino en el exterior?

Muchísimo, pero eso no quita otros varietales que van de la mano. De hecho dentro de la reconversión de viñedos que estamos haciendo, esta entrando Cabernet Franc, -que para mi es la virreina de las cepas- y Cabernet Sauvignon, que es un líder mundial natural, es como el Chardonnay en las blancas. Pero el Malbec es el diferencial. En este mundo donde todo está globalizado, lo diferente es lo que te hace elegible. En Argentina nos diferenciamos con nuestro Malbec, esa es la gran puerta de entrada. Hay que seguir estudiando y tecnificándose.

¿Cómo creés que va a evolucionar el enoturismo en Argentina?

Nosotros hemos apostado 100% al turismo. De hecho estamos entre el 14% de las bodegas argentinas que tiene actividad turística desarrollada. Aún con un volumen boutique lo estamos trabajando como un negocio aparte, que tiene su propio equipo. La diferencia de Casa Margot con otros hoteles de bodegas, es que no se trata de una casa pegada a la bodega, sino que brindamos un servicio 5 estrellas. Estamos en los portales de reservas más importantes, tenemos nuestro certificado de excelencia de TripAdvisor, dos “Best of” ganados como mejor alojamiento en The Great Wine Capitals.

Sos de la nueva generación de enólogos, ¿en qué momento los encuentra?

Nos toco el recambio. Justamente, por suerte. Estamos viviendo todo lo nuevo con ganas de hacer cambios y eso es un beneficio. Se terminaron las técnicas o recetas maravillosas y el éxito se esta viendo en los pequeños proyectos como Matías Michelini, con su proyecto chiquito haciendo vinos de alta gama y cambiando un poco la historia. Buscamos lo mismo, poder encontrar la propia personalidad en los vinos que hacemos y es una tarea interminable. En mi caso recién he hecho el 1% de lo que quisiera: termina la cosecha y nunca quedo satisfecha. El Celedonio que viene está parecido a mis expectativas, eso me tiene contenta…Pero es una búsqueda constante.