El General Erwin Rommel, Comandante del Afrika Korps, ha ordenado a su 5ª División Ligera reanudar el avance al frente de las fuerzas del Eje en Libia y, antes de finalizar el día, cae en sus manos la localidad de Agedabia y 800 prisioneros británicos. Después de llevar a cabo una serie de operaciones defensivas durante toda la jornada intentando en vano contener a Rommel, la 2ª División Acorazada británica recibe órdenes de retirarse a Antelat, 56 kilómetros al nordeste de Agedabia, dejando abierta la carretera de la costa hacia Bengasi.
Las fuerzas del Eje tienen ahora en su mano la opción de asestar un golpe mortal en Cirenaica a través de varias rutas a través del desierto o siguiendo la carretera. Rommel no se detiene ni un segundo, y hoy mismo toma la decisión de dividir sus unidades en tres columnas que tomarán dos rutas de avance hacia Msus y Mechili. Las fuerzas italianas y un pequeño destacamento alemán son enviados a lo largo de la Via Balbia hacia Bengasi a las órdenes de un comandante alemán. Rommel vuela de una columna a otra a bordo de su pequeño avión de reconocimiento Fieseler Storch, infundiendo ánimos a sus tropas y urgiéndoles a proseguir el avance.
Mientras tanto, el General Archibal Wavell se dispone a regresar a Tobruk desde el El Cairo tras haber tomado buena nota del desastre que se cierne sobre su Western Desert Force, que ha sido rebautizada como XIII Cuerpo de Ejército. Su primera decisión ha sido la de llamar a Richard O’Connor, el victorioso comandante de la Operación Compass que se encuentra convaleciente en el Cairo, y volverlo a poner al frente de las fuerzas británicas en Libia en sustitución del General Philip Neame. Sin embargo, el problema principal con el que se enfrentan los británicos es que la exigua fuerza acorazada con que cuentan se encuentra dividida, según órdenes del propio Wavell, y debilitada por las averías y estos primeros encuentros con el Afrika Korps.
Sieg Heil!