Ronaldo, que ya había marcado el tercer gol del Real Madrid y el segundo en su cuenta particular, vio cómo un espectador vestido con la camiseta del equipo español rompió la seguridad y saltó al terreno de juego para irse directamente hacia el jugador portugués.
Cuando llegó ante Ronaldo se arrodilló y luego se levantó para abrazarlo, algo a lo que consintió el jugador del Real Madrid con total normalidad mientras escuchaba todo lo que le decía al oído el aficionado.
Ronaldo, con absoluta tranquilidad y sin hacer un mal gesto o intentar retirar al aficionado de mala manera, como sucede normalmente en estos casos dentro de los estadios de cualquier deporte profesional, se fue caminando hacia la orilla del campo donde ya estaban dos agentes del orden que, también con gran profesionalidad, lo retiraron sin que tuviesen que emplear la fuerza.
Por el contrario, el aficionado de forma correcta les fue explicando por qué había cometido la acción y que no era otra que poder estar cerca de su ídolo deportivo.
La acción de Ronaldo fue alabada tanto por su compañeros como por los jugadores del Chelsea, que fueron a felicitarlo por el gesto educado y correcto que había tenido con el espectador.
Mientras en las gradas del Sun Life Stadium, de Miami, que registró la mejor del torneo con 67.272 espectadores, se comenzó a escuchar con más fuerza el grito de "Madrid, Madrid, Madrid...", Ronaldo y el equipo español estaban viviendo su gran noche a la espera de proclamarse campeones de un torneo que comienza con historia.