Rondó

Publicado el 03 marzo 2013 por Andrea25

Cojo el donut con la mano izquierda, mientras mis ojos se fijan en la pantalla repleta de datos que mi cerebro ya ha comenzado a archivar desde primera hora. El cansancio ha ido acumulándose a lo largo de la semana, pero la lucha por seguir adelante no cesa. 
Le doy un mordisco. Puro veneno de bollería industrial que va a hacer de las suyas en mis arterias, y que ante el resto de los mortales va a dejar su huella en mi figura. Sin embargo, sigo. 
Mastico el pedazo y me pregunto cuándo fue la última vez que comí un bollo de estos. Recorro el mapa mental de los viajes: a pie, en carretera, en tren, en avión.. desayunos de hotel, desayunos caseros.. meriendas, cumpleaños, cenas.. maletas, bolsas.. regalos, souvenirs... Mmmm no. No me viene a la cabeza ese momento que busco. 
Ese recuerdo está, pero no lo localizo. Es lo que pasa cuando tienes tantas cosas que contar: tu vida es de un completo que no tienes tiempo a darte cuenta de todo lo que tienes. La suerte y sus contraindicaciones. Es un círculo perfecto. Me fijo en la forma del donut
Blandito, recubierto de azúcar que no es azúcar pero que resulta gracioso, redondito, y servido con una sonrisa de mano de una compañera. Tentador. ¿Quién se resiste a algo así cuando llega sin avisar, entre las tareas del día y el propio convencimiento de que hoy también salvarás el mundo sin saber aún ni cómo ni cuándo?
Redondito, como un neumático. Pero más blandito y dulce que una rueda (menos mal). Una rueda que rueda, que ronda y ronda por mi cabeza. Una ronda de cervezas, o un paseo de noche. Un paseo que se paseó, que rondó. Un rondó: pieza musical que se escribe rondeau.
Se pueden hacer tantas cosas con pocas palabras... Y tan pocas cosas con tan buenos ingredientes.
Ahí va la receta de la crema chantilly que podría coronar el donut, nada de natas montadas:
Ingredientes: - 300 ml de nata para montar - 25 g de azúcar extrafino - 1 cucharada de licor de café   Batir un poco la nata, añadir el azúcar y el licor y seguir batiendo hasta que se formen picos suaves. 
Sin más.