No sé si puede llamarse creatividad, pensamiento divergente o faltarme un tornillo (crean, a menudo me inclino más por ésto último) pero ya saben que me inspiro en cualquier cosa para hacer looks o manicuras.
La que vemos hoy está inspirada en una riquísima infusión de la que les hablo también brevemente. Tanto me gustó, que me animó a hacer ésta manicura mientras me la bebía :) Les cuento porqué...y cómo.
1. La infusión: Rooibos Nutella de Teterum.
2. La manicura:
Aunque me cueste hablar de las sensaciones que me evoca un aroma (más allá del "qué rico está" jajaja), sí tenía claro que quería una manicura cálida, coqueta y con un toque dulce. Esas sensaciones, pues, son las que me evocan esta infusión.
Para hacer la manicura utilicé un esmalte marrón rojizo de Flormar, concretamente, el tono 414 que tiene unos bonitos reflejos que en ocasiones rayan el rojo fuego, según le da la luz. Está aplicado en las uñas corazón e índice. Para la uña anular utilicé un tono nude de Sephora, concretamente el "Not that shy". Finalmente, en meñique y pulgar apliqué un dorado de H&M.
En cuanto a la decoración,está toda hecha con punzón y es muy sencilla: topos en el anular y dos pequeños corazoncitos en las uñas que van en el tono más oscuro.
Os dejo foto de los tonos usados:
¿Les ha gustado la manicura?¿Han probado esta infusión? Seguro que, al menos el rooibos sí...¡a mi me gusta en todas sus versiones!
BESOS!!