Rosa María Calaf, contando el mundo en femenino

Por Belilo @BeatrizLizana

Hace unos días tuve la oportunidad, gracias a Barcelona Travel Bloggers, de asistir a una charla ofrecida por Rosa María Calaf. Esta periodista ha recorrido 178 países –y sólo hay 192 en el mundo–. Se puede viajar de muchas maneras y por muchos motivos, el de Calaf ha sido hacer buen periodismo. Con su inconfundible manera de hablar y su look cañero, la catalana logró transmitir a la audiencia la pasión con la que ha ejercido esta profesión durante toda su vida, en donde su ética siempre ha ganado la batalla a lo que ella misma he llegado a denominar “porquería informativa”.

Madera de corresponsal

Rosa María cuenta que su abuelo, recordando un viaje que hizo a la India en el que hubo inundaciones, le dijo cuando ella era pequeña: “No todos somos iguales, ni siquiera ante la lluvia”. Calaf tuvo la suerte de criarse en un ambiente en el que le inculcaron esa inquietud por conocer otras culturas y contar realidades. Años más tarde, confirmaría que sólo acercándote al otro puedes aprender lo sufiente para comprenderlo.

Rosa María Calaf | Fotografía de Nacho Orejas

“He hecho del mundo mi hogar, del viaje mi vida y el acercarme a lo que es diferente, mi objetivo”.

Con 17 años se fue a Suecia haciendo autostop y a los 28 fue desde Barcelona a Ciudad del Cabo en coche. Su último gran viaje personal –hace pocos meses– fue ir también en coche a Mongolia, pasando por Siberia. Como ella misma dice, la fortuna es tener la salud, la posibilidad y el entusiasmo de seguir viajando. Como dijo Hemingway, la casa es para volver, no para vivir.

A la vuelta de este último destino pasó por Irán, donde estuvo un mes. Una vez más, pudo confirmar personalmente que las grandes distancias no son físicas, sino informativas. Entre lo que se cuenta sobre este país y la realidad hay un gran trecho; y es que hoy se prioriza lo que impacta sobre lo que importa.

Periodista, viajera… y mujer

Cuando una mujer se decide a viajar, y más si lo hace sola, se tiende a pensar en todas las atrocidades que le puede pasar por el camino. Precisamente por su papel como corresponsal ha visto y vivido experiencias probablemente mucho más fuertes que aquella que viaja por motivos personales. Pero desde luego, una mujer cuando viaja nunca va sola, siempre le acompaña su sentido común. Además, tenemos una gran ventaja: el acceso directo al mundo femenino. Es ahí donde se construye la infraestructura de la vida. Los hombres son los que dan las visiones oficiales; las mujeres, las reales.

Si bien no quiere generalizar, su experiencia le dice que la mujer viajera ofrece una mirada más atenta al detalle, mayor empatía, menor impaciencia…

“Viajar es separarte de lo que conoces para descubrir lo que te es ajeno. Alejarte de la certidumbre, de la cotideanidad, para adentrarte en lo imprevisto. Es la ausencia de todo lo mío, la posibilidad de entrar a conocer todo lo tuyo.”

Dos reglas básicas: la humildad y el respeto. Lo nuestro no es lo mejor ni lo único, y lo de ellos, siempre y cuando no vulnere los derechos universales básicos, hemos de respetarlo.

Viajar… y sentir la obligación de contarlo.
Porque al fin y al cabo, todo el mundo aspira a algo común: una vida digna.

El Ayuntamiento de Alcalá la Real (Jaén) junto con Alcalá Grupo Editorial, Fundación Cruzcampo y la Universidad de Jaén han creado un premio que lleva su nombre: el Premio Rosa María Calaf de Investigación Social. Este reconocimiento está dedicado a aquellos trabajos de investigación que ayudan, desde una perspectiva científica a la vez que divulgativa, a comprender los grandes problemas que afronta el mundo del siglo XXI: el hambre, el medio ambiente, los conflictos armados, el terrorismo, la violencia, la solidaridad, los movimientos sociales etc.

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