Fue locutora de los telediarios y de Informe Semanal en los 70 y 80, incluso fue la que leyó el manifiesto por la democracia y contra los golpistas del 23 F.
Se rumoreó en su día que estaba liada con Suárez. Nunca se probó, pero seguramente era cierto.
Estaba considerada una profesional y decente, hasta que en 1984 consiguió una entrevista primicia en RTVE a Fidel Castro muy babosa. Solo le faltó limpiarle los zapatos. Una vergüenza para ella y para toda la televisión. Desde entonces ya todos pudieron ver de que patita cojeaba.
Su carrera terminó en RTVE en 1993, cuando se negó a dar un texto sobre al Papa en una visita que había hecho a España.
Acabó en Antena 3 ese mismo año hasta que en 2003 la echan por vieja. Ese mismo año creó una sociedad para pagar los mínimos impuestos.
A partir de ahí pasó al olvido, solo apareciendo en eventos como plantar un pino. En 2010 recibió la Medalla de Oro del Mérito al Trabajo, otorgada por el Ministerio de Trabajo. Un premio que se suele conceder como una indirecta para que se jubilase y se fuese a cuidar a sus nietos.
En vez de eso, durante las elecciones de 2011 se unió a la plataforma "Ojalá" que apoyaba a Alfredo Pérez Rubalcaba en su camino hacia la Moncloa. Apostó a caballo perdedor y se quedó sin su puestecillo.
Desde entonces hacía calceta y abrazaba una foto de Felipe González que tenía enmarcada rememorando tiempos mejores. Hasta que en 2018 Pedro Sánchez le da un puesto de directora de Radio Televisión Espantosa Española.
Aunque podía haber sido peor, ya que las otras opciones eran Cristina Fallarás o Rosa María Artal, que se quedaron sin puesto por un oportuno error en las votaciones.
Resulta que la sociedad que creó en 2003 llevaba desde entonces sin pagar el impuesto de Sociedades declarando perdidas para evitar impuestos, así que bien cogidita de los pelos del chocho la tenían por si se le ocurría rebotarse.
Se convocó un proceso de selección para elegir a su sucesor, pero resultó ser un caos. El resultado fue un retraso lamentable. Por un lado, una caída de audiencia que costará mucho tiempo recuperar. Por otro, una falta de información intolerable. Sin Consejo de Administración, la opacidad ha sido mayor. Por no hablar de los movimientos sospechosos de PSOE para controlarla.
Entonces ya que estaba allí, empezó a purgar a gente para apuntalar el control del PSOE en la cadena pública y a convertir el telediario en Aló Presidente.
Mientras tanto, la audiencia cae en picado, alcanzando mínimos históricos de audiencia y de credibilidad. Pero eso a ella se la sopla, ya que tras esto se jubilará y hará calceta en su casa.