Quedarnos con la cara roja en situaciones de timidez, luego de una actividad física intensa o al ingerir algún alimento, puede ser algo normal, siempre que suceda sólo por un periodo breve de tiempo y luego todo vuelva a la normalidad.
Cuando el enrojecimiento se transforma en algo constante y viene acompañado por inflamaciones parecidas a las espinillas, se trata de una enfermedad crónica llamada rosácea, y que necesita ser tratada.
¿Qué es la rosácea?
La Rosácea es una enfermedad dermatológica caracterizada por un enrojecimiento en la región central del rostro, lo más común es que las mejillas, nariz, frente y la barbilla sean las zonas mas visiblemente afectadas.
Esta es una enfermedad crónica que se manifiesta buena parte en personas que tienen la piel clara, sensible y aceitosa, siendo más común su aparición en mujeres a partir de los 25 años.
Según los dermatólogos, la rosácea se divide en cinco tipos:
- Eritemato telangectasia – causa enrojecimiento y vasos aparentes.
- Pápula pustulosa – con enrojecimiento y lesiones que parecen espinas.
- Fimatosa – además del enrojecimiento, produce la inflamación de la piel haciéndola más gruesa.
- Ocular – ocurre en la región de los ojos.
- Granulosa – desarrolla nódulos marrones en la cara.
Síntomas de la rosácea.
Según algunos expertos, los síntomas de la rosácea varían desde una leve ruborización del rostro a la aparición de nódulos inflamatorios también conocidos como rinofima.
En los casos de mayor riesgo, la rosácea también puede alcanzar la región de los ojos, desarrollando la llamada rosácea ocular.
Las causas más comunes para la aparición de la rosácea son:
- Cambios bruscos de temperatura.
- Exposición al sol.
- Cambios emocionales.
- Remedios Vasodilatadores.
- Hormonas.
- Consumo de alcohol.
- Consumo de alimentos picantes.
Tratamientos naturales para la Rosácea.
La Rosácea no tiene cura, pero sus síntomas pueden ser mas llevaderos con algunos trucos y tratamientos naturales, para esto les traigo los 10 más usados y efectivos para tratar las molestias ocasionadas por esta enfermedad.
Aceite de coco – Gracias a su potente acción antibacteriana y anti-inflamatoria, reduce inflamaciones en el intestino, haciendo que ocurra una menor absorción de los alimentos procesados que pueden causar rosácea.
Puede ser ingerido tanto puro como en la preparación de las comidas y también puede ser aplicado en la piel para hidratación y alivio del enrojecimiento.
Aloe Vera – El gel de esta planta, tiene acción regeneradora, cicatrizante e hidratante. Se debe retirar la hoja, dejar escurrir la resina, retirar la parte verde y almacenar el gel de la planta en un recipiente para aplicar en las áreas afectadas. (más info de como hacer esto en: Gel de Aloe Vera)
Agua de rosas – Posee propiedades antisépticas. Para utilizar sólo hervir los pétalos de 1 rosa en 1 litro de agua, dejar enfriar y almacenar en la nevera para lavar la cara siempre que el problema surja o todos los días por la mañana.
Aceite esencial de Lavanda – Posee propiedades antisépticas y anti-inflamatorias. Puede aplicarse directamente a la piel, pero es necesario hacer una prueba en un pequeño pedazo de piel para comprobar si no tenemos ningún tipo de reacción alérgica.
Miel– Tiene propiedades antimicrobianas y anti-inflamatorias que ayudan a reducir el enrojecimiento además de hidratar la piel.
Salmón – Debido al alto contenido de omega 3, tiene una acción similar al aceite de coco, ayudando en la reducción de inflamaciones y siendo mejor absorbido por el organismo.
Puede ser una gran fuente de proteína en sustitución de otras más grasas que empeoran los casos de rosácea.
Pepino – Bastante utilizado debido a su capacidad de hidratación, contribuye a abrir los poros y disminuir el tamaño de los vasos sanguíneos, eliminando el enrojecimiento.
Té Verde – Contiene extractos antiinflamatorios, fitoprotetores y capacidades antioxidantes, además de catequinas y compuestos orgánicos volátiles que cuando se mezclan, se convierten en un excelente aliado para el tratamiento de la piel.
Cúrcuma – Posee propiedades anti-inflamatorias, por lo que debe ser incorporada a la dieta como un todo, desde la preparación de las comidas hasta jugos y ensaladas.
Pero no es indicado aplicarla directamente en la piel, ya que puede empeorar el caso. (Más información sobre la Cúrcuma)
Avena – Además de ayudar a hidratar la piel, elimina el enrojecimiento. Para ello, basta con hacer una pasta con harina de avena y agua. Aplicar en la cara durante 20 a 30 minutos y luego quitar.
Prevención de la Rosácea.
De acuerdo con los dermatólogos, aunque la rosácea sea considera una enfermedad crónica, es posible prevenir su peor etapa. Para ello, es necesario moderar la alimentación evitando alimentos grasos, picantes o muy calientes.
También se recomienda evitar el exceso de alcohol, altas temperaturas, exposición al sol, estrés y ejercicios intensos.
Hay todavía quien dice que el chocolate puede empeorar el caso, debido al hecho de ser graso, por eso es mejor evitar el consumo.
Sin embargo, lo mejor a hacer es un seguimiento constante con el dermatólogo que va a analizar mejor el caso y decir lo que debe ser evitado, así como prescribir el tratamiento más indicado para el caso.
IMPORTANTE: Esta información tiene por objeto complementar, no reemplazar el consejo de su médico o profesional de la salud y no pretende cubrir todos los posibles usos, precauciones, interacciones o efectos adversos. Es posible que esta información no se ajuste a sus circunstancias específicas de salud. Nunca demore o haga caso omiso de la búsqueda de consejo médico profesional de su médico u otro proveedor de atención médica calificado debido a algo que haya leído en ecocosas. Siempre debe hablar con un profesional de la salud antes de comenzar, suspender o cambiar cualquier tipo de tratamiento.
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