Quizá os sorprenda el tema del post de hoy. Tal vez, algún día os cuente cómo llegué a interesarme por esta rama de la ciencia y qué parte ocupa actualmente en mi vida. ¡No todo va a ser investigar en plantas! ;-)
El post de hoy no va de transgénicos, ni de plantas, ni simbiosis. Ni siquiera de pseudociencia (bueno, tal vez un pelín, pero como efecto colateral). Hoy os quiero hablar de uno de los casos más emblemáticos dentro de la Ciencia Forense. El caso de Rosalía Lombardo.
En el seno de una familia de Palermo (Sicilia) nace una niña el día 13 de diciembre. Se cuenta que era hija de un acaudalado noble siciliano, un General en el ejército italiano llamado Mario Lombardo. Acaudalado o no, no lo sabemos, (aunque los indicios apuntan a esta posibilidad y probablemente lo fuera para asumir económicamente el encargo que hizo). Lo que sí es cierto es que fue oficial militar. Él y su esposa, María Di Cara dieron la bienvenida ese día a una preciosa niña rubia a la que pusieron por nombre Rosalía Lombardo.
Padres de Rosalía, Maria di Cara y el oficial Mario Lombardo
Hemos de imaginar que la pequeña llenó la casa de alegría, como ocurre con la llegada de cualquier bebé. Sin embargo, poco duró la dicha de esta familia. Rosalía no llegó a celebrar su segundo cumpleaños. Murió una semana antes, el 6 de diciembre de 1920 de una bronconeumonía, según el informe forense. No era de extrañar. La muerte es siempre injusta e inoportuna con los niños. Esa época fue especialmente cruel, pero sobre todo con los más pequeños, que tenían muertes precoces por desnutrición, difteria, tifus, polio, viruela, etc. (Esto, los más humildes. Los niños más nobles morían de neumonías). Aún no disponían de antibióticos y no se utilizarían hasta prácticamente terminada la Segunda Guerra Mundial (y porque la investigación fue presionada por la gran cantidad de infecciones y muertes provocadas por las heridas de guerra).
Ante el dolor de tal pérdida, y desolados por no poder soportar el fallecimiento de la pequeña Rosalía, su padre le hizo al Profesor Alfredo Salafia un encargo muy especial. Alfredo Salafia era un profesor de química de Sicilia pero además, era un importante embalsamador y taxidermista de la época.
Alfredo Salafia (1869-1933). Renombrado químico,embalsamador y taxidermista.
>>El embalsamamiento es una práctica cuyo objetivo es preservar un cadáver de la putrefacción. Ha tenido un papel importantísimo en la historia de la humanidad, bien por motivos religiosos o culturales. Desde la cultura Chinchorro (7020-1500 a.C.) hasta la época actual, en la que personajes ilustres como Eva Perón o Mao Zedong han pasado por ella.>>
Salafia realizaba estas prácticas con bastante buen resultado en animales, pero a principios del siglo XX, obtuvo un permiso especial para aplicar su técnica en humanos. El procedimiento era muy simple: hacía una sola punción preferentemente en la arteria femoral donde inyectaba una solución ideada por él mismo. La solución, todo un misterio. Así fue como desde 1902 y durante años, Salafia fue el responsable de embalsamar importantes cuerpos de Palermo como el Cardenal Micheangelo Celesia (1904), el senador Giacomo Armò (1909), el vice-cónsul Giovanni Paterniti (1911) y el etnólogo Giuseppe Pitrè (1916), incluso a miembros de su familia como su propio hermano Ernesto Salafia. En 1910, se estableció en Nueva York donde fundó una compañía que proveía servicios de embalsamamiento y fabricaba la solución para ello. La prensa documenta a Salafia, realizando demostraciones para eminentes catedráticos y enterradores. Quizá fue este notable éxito el que hizo que el oficial Lombardo lo localizara y completamente desconsolado ante tal pérdida, le hiciera este encargo tan particular. No quería que su hija fuera enterrada sino que deseaba tenerla visible para poderla admirar cuando (y cuanto) quisiera. Una vez realizada la obra de arte, el cuerpo fue trasladado a las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo, en Sicilia, donde por cierto, fue uno de los últimos cuerpos admitidos en la cripta.
Catacumbas de los Capuchinos de Palermo (Sicilia). Fuente
El resultado, lo podéis ver aquí. El sobrenombre de Rosalía es "La Bella Durmiente" o "La momia más bella del mundo".
IMPRESIONANTE. Fijaos en el pelo, la piel de la cara, las pestañas. Parece que está dormida... ¿quién diría que ese cadáver tiene 95 años?
Salafia se llevó el secreto a la tumba y nunca reveló los ingredientes ni las proporciones del que se le llamó "líquido de la perfección". Fue un misterio... hasta hace muy poco. En 2007, tras una investigación exhaustiva y entrevistas con descendientes vivos, Dario Piombino-Mascali y Albert R. Zink (ambos del Instituto de Momias y Hombre de Hielo, Bolzano, Italia), Arthur C. Aufderheide (Departamento de Patología de la Universidad de Minnesota, USA) y Melissa Johnson-Williams (de la Sociedad Americana de Embalsamadores) tuvieron la oportunidad de revisar material que perteneció a Salafia. Entre esas notas, encontraron un documento escrito primorosamente a mano titulado "New special method for the preservation of an entire human cadaver in a permanently fresh state" que traducido significa "Nuevo método especial de preservación de un cadáver humano en un estado fresco permanente". Finalmente, el secreto se había revelado.
Aquí lo tenéis:
Portada del manuscrito que guardaba el secreto
del "líquido de la perfección" Fuente
La fórmula secreta de Alfredo (7 litros) estaba formada por una parte de glicerina (para prevenir el secado excesivo de los tejidos), una parte de formalina (para matar a las bacterias) saturada con sulfato y cloruro de zinc (que aportan rigidez) y una parte de una solución de alcohol (para secar el cuerpo) saturada con ácido salicílico (para matar los hongos).
Un producto cotidiano (fortalecedor de uñas) que
contiene formaldehido en su fórmula.
Este extraordinario (en su amplio sentido) estado de conservación del cuerpo de Rosalía, activó la alarma de los más escépticos -casi conspiranoicos-. Era tan bella y perfecta, que llegaron a afirmar que el cuerpo de Rosalía había sido sustituido por una réplica idéntica de cera (como se ha sugerido también con Mao Zedong) y que todo era un reclamo turístico, dado que desde el principio estaba expuesto públicamente en las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo y era la estrella del lugar. Como consecuencia, en julio de 2008, el equipo formado por Stephanie Panzer, Albert R. Zink, y Dario Piombino-Mascali le practicó radiografías anteroposteriores. No sin cierta dificultad. Salafia había pensado en todo y el féretro estaba tapado por una doble plancha de cristal sellada con cera para evitar la entrada de humedad, y absolutamente recubierto de plomo, lo que imposibilitaba la visualización del interior del cuerpo de Rosalía. La última opción era darle más potencia a la radiación para tratar de ver algo, a costa de la calidad, pero menos da una piedra.
¡Y lo vieron! Observando in situ las imágenes que mostraba la pantalla, no daban crédito a lo que veían. No solo el cuerpo era auténtico (de muñeca de cera, nada) sino que el cerebro estaba en perfecto estado (un poco más pequeño, claro. Había encogido un poquito), así como el resto del cuerpo. Además, se diferenciaban perfectamente varios órganos en las radiografías. Bueno... todo lo perfectamente que permitía el blindaje de plomo.
Radiografía anteroposterior de cabeza, pecho y abdomen, que muestra los hemisferios cerebrales
moderadamente encogidos, parte del pulmón derecho y del hígado y el riñón izquierdo.
La mala calidad de la imagen se debe a la superposición del ataúd forrado de plomo.
Fuente
En diciembre de 2010, Panzer y su equipo, de nuevo tuvieron la oportunidad de analizar el cuerpo de la pequeña Rosalía con la novedosa técnica llamada multidetector computed tomography (MDCT) de cuerpo entero, el súmmun de las técnicas de imagen de estudio de momias. La MDCT viene a ser una tomografía axial computerizada o TAC (o escáner) para entendernos. Por supuesto, debían usar un método no invasivo que no perjudicara el estado del cuerpo. Esta tecnología permitió observar el esqueleto completo, los tejidos blandos y las cavidades internas.
MDCT de cuerpo entero mostrando cabeza, tronco y muslos. Las flechas punteadas muestran hueso
esponjoso. Las flechas cortas señalan la duramadre del cerebro y la flecha larga señala el diafragma
que separa cavidad torácica de la abdominal. El * señala la tráquea y la lengua intacta. Fuente
¿Y qué demostró el análisis con esta técnica? Pues que el estado de conservación de Rosalía es excelente (por fuera ya se nota), especialmente de los órganos internos. Se pudo confirmar la causa de la muerte por neumonía gracias al diagnóstico radiológico (recordad que el TAC es una técnica actual de diagnóstico clínico de alta definición) y a que por supuesto, los órganos estaban en un estado excepcional. Sin embargo, a pesar de tanta tecnología, es imposible saber qué cambios sufrirá el cuerpo en el futuro ni cuándo.
Sálvame deluxe y Cuarto Milenio
Hasta aquí, es la parte científica del caso. Todos estos estudios analíticos han proporcionado información muy valiosa, pero no están exentos de polémica. Entrando en la parte amarillista, la familia de Rosalía nunca aprobó estas investigaciones. De hecho, al parecer, nadie les pidió permiso para realizarlas y desde 2008 vienen mostrando su indignación y preocupación por el estado del cuerpo de la niña. Su hermana, también llamada Rosalía, nacida posteriormente en 1925, y su sobrina Rosanna la Ferla, culpan a National Geographic del deterioro del cadáver por las pruebas a las que lo sometieron en 2008 para su número de febrero de 2009, en la edición de EE.UU (y a las que sigue siendo sometida desde entonces). La prensa local a través de su blog se ha hecho eco de las declaraciones de la familia aquí y aquí. También se recogió el caso de Rosalía en uno de los documentales de History Channel a finales de los 2000.
Primera parte de los 3 fragmentos del documental.
La familia deja entrever que el aspecto se ha deteriorado muchísimo desde que fue sometido a las pruebas (pelo más rubio, color de piel más raro, ojos más abiertos...) y que incluso, la vestimenta es distinta de aquella con la que fue sellada en 1920. La verdad es que el aspecto actual de Rosalía no es el que era. O eso parece. No he tenido la suerte de visitarla, pero si algún día tengo la oportunidad, me gustaría comprobarlo por mí misma.
“La última vez que he visto a mi hermana, en 2007, tenía un aspecto maravilloso, con el colorido rosáceo que la ha hecho famosa en todo el mundo, comparándola con La Bella Durmiente. Lamentablemente he comprobado que aquella criatura dormida, hoy parece otra persona: tiene el pelo rubio oxigenado, los ojos semiabiertos y el color de su rostro, su maravilloso color rosáceo, se ha vuelto extraño… ¡parece oxidada!”
Time lapse de los ojos
Para alimentar un poco más la leyenda (se dice que es la reencarnación de Sta. Rosalía, patrona de Palermo y no sé cuántas mil historias más) afirmaban haber visto a Rosalía abriendo sus ojos al menos una vez al día, lo cual era catalogado de hecho sobrenatural o directamente de milagro. Vais a encontrar por Internet numerosos vídeos como este y este donde parece que sucede. Y hasta afirman que bajo los párpados ¡los ojos se le ven azules! Ver los ojos azules (el iris azul de alguien con los ojos azules) es imposible poco tiempo después de la muerte. Concretamente, unas 12 horas después. Una de las consecuencias de la deshidratación como uno de los fenómenos cadavéricos, es el signo de Stenon-Louis y se caracteriza por el hundimiento del globo ocular, se pierde la transparencia de la córnea, aparece la llamada tela glerosa y la opacidad ocular. Vamos, que el ojo aparece totalmente opaco. Lo que sí podría ocurrir, es que se confundiera con la córnea opaca, ya que esta telilla adquiere un color como azulado (si pincháis en el enlace, lo veréis), así que como mucho, esto es todo lo azul que le han podido ver. O tal vez, el embalsamamiento realizado por Salafia tuviera esto en cuenta y preservara de alguna forma los ojos. La verdad, no lo sé.En cualquier caso, los expertos la filmaron las 24 horas y tras revisar las cintas vieron que la niña abría y cerraba ligeramente los ojos. Las imágenes fueron analizadas por especialistas y estos descartaron de inmediato que fuera un hecho paranormal. Afirmaron que podía ser debido a la humedad del lugar, junto con los continuos flashes de las cámaras de los visitantes, que producía un extraño fenómeno que provocaba que los párpados de Rosalía se contrajeran y se relajaran. Los cambios de temperatura junto con la particular sequedad del lugar (recordemos que está en las catacumbas) habría sido la responsable. Incluso podría ser un ilusión óptica y que en realidad, los párpados no se movieran ni un ápice.
La pequeña Rosalía actualmente reposa en una urna en las Catacumbas de los Capuchinos de Palermo. Solo es visible la cabeza, el resto del cuerpo está cubierto con una sábana. Los únicos signos del paso del tiempo y de la oxidación son los visibles en un amuleto en forma de tabla de la Virgen María que reposa sobre su sábana, el pelo y las telas que aparecen más claros, y su cara, que se ve un poquitín más oscura y encogida.
Dicen que nunca nadie ha mirado debajo de la sábana que cubre el cuerpo de Rosalía desde que fue sellado, hace casi 100 años. Sea como sea, el profesor Alfredo Salafia hizo un trabajo admirable con esta pequeña Bella Durmiente ¿no creéis?
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Nota: Haz click en las imágenes para ampliar.
Fuentes:
Panzer S, Zink AR, & Piombino-Mascali D (2010). Scenes from the past: radiologic evidence of anthropogenic mummification in the Capuchin Catacombs of Palermo, Sicily. Radiographics : a review publication of the Radiological Society of North America, Inc, 30 (4), 1123-32 PMID: 20631372
Piombino-Mascali, D., Aufderheide, A., Johnson-Williams, M., & Zink, A. (2009). The Salafia method rediscovered Virchows Archiv, 454 (3), 355-357 DOI: 10.1007/s00428-009-0738-6