Revista Cultura y Ocio

'Rosas sin espinas' y 'Sabor a ti'. 'Cuatro bodas' 2 y 3, de Nora Roberts

Publicado el 18 octubre 2014 por Cris @estanteriaazul

Lo conseguí. La temporada veraniega de bodas terminó y con ella mi lectura de la tetralogía Cuatro  bodas. Os pongo en antecedentes: hace tiempo leí Álbum de boda y la historia entre Mac,  la fotógrafa oficial de la empresa, y Carter me gustó mucho, me sorprendió mi primer contacto con Nora Roberts, la manera que tiene de manejar las escenas románticas, las divertidas, los sentimientos de los personajes, con un estilo muy ameno y dulce; y quise continuar con la serie, pero por falta de sus continuaciones y de tiempo lo fui dejando hasta este verano. Releí el primero -que me enamoró más que la primera vez- y me adentré en Rosas sin espinas y, posteriormente, en Sabor a ti.

Cuatro bodas

«Contempló los jardines de contornos plateados donde la primavera habitaba en tenues colores y dulces siluetas. Le pareció oír música, casi se vio bailando entre rosas y azaleas, (…). Creyó ver la silueta de su pareja, alguien que la hacía girar danzando. El vals, pensó con un suspiro. Tendría que ser un vals, como en los cuentos.

Eso era el amor, pensó Emma cerrando los ojos para respirar el aire de la noche. Se prometió que un día sabría lo que era.»

Dulce Emma, dulce historia la suya, rodeada de un jardín espectacular. Si no tenéis mucha idea de flores, Rosas sin espinas es un curso intensivo de ellas. Habla de tantos tipos que puede ser algo cargante. Personalmente no me ha molestado, aunque una foto de cada una no hubiera ido algo mal (imposible de hacer, lo sé). Emma es toda una rompecorazones, cuando ve que una chico no es el adecuado para ella utiliza su magia para encontrarle una pareja nueva, pero también es una romántica, cree en el amor verdadero, como el que tienen sus padres. Lo que no se imaginaba es que iba a crecer en ella ese sentimiento hacia Jack, amigo de toda la vida de las cuatro. Él es todo un caballero, muy sexy, un Don Juan también, cuyo acercamiento a Emma le hará caminar con pies de plomo. Como dice el argumento, ¿puede la amistad transformarse en amor? También de amor y amistad va la historia de Laurel, aunque ella es totalmente diferente a Emma, ante el amor se muestra cautelosa. Salvo con sus pasteles. Cuidado si estáis a dieta porque las descripciones de los diferentes postres son un auténtico pecado. Leer Sabor a ti da hambre. Como el hambre que tiene Laurel hacia Delaney Brown, hermano de Parker. En lo más profundo, sabe que siempre ha ha sentido algo por él. Aterrorizada por lo que pudiera pasar, se ha mantenido a distancia, hasta ahora. Porque Del es tan encantador como exasperante y ella está cruzando el límite de su aguante. Para él, Laurel formaba parte de sus chicas, a las que considera como hermanas. La química entre ambos le enseñará la contrario.

Me he quedado un poco decepcionada con Rosas sin espinas y Sabor a ti: en sí las dos historias son muy parecidas y beben de la trama de la primera. Es algo que ya me podía imaginar, pero lo que sí me ha molestado bastante es la rapidez en que van ocurriendo los sucesos entre ellas y sus respectivos pretendientes (una vez vale, pero dos y tres…), no deja un tiempo en que la pareja se desarrolle como tal (para los que los hayan leído, ¿es necesario que siempre acaben de esa manera?). La previsibilidad era obvio en la literatura de este género, era consciente de ello, pero sí que ha habido momentos en que todo era demasiado obvio y me molestaba.

Sin embargo, reconozco que ha sido una delicia pasear por el invernadero de Emma y por la cocina de Laurel, conocer más a fondo sus profesiones (con mucho detalle) y vivir el día de la boda como una más en Votos. Nora Roberts presenta un estilo de vida que a más de una nos gustaría vivir (no nos engañemos porque es la verdad): dedicarse a hacer felices a los demás en un día tan importante en sus vidas. En ese aspecto, cada vez que había un evento disfrutaba mucho leyendo como las chicas conseguían salir adelante pese a los obstáculos (porque siempre los había); como sus propias vidas. Emma, Laurel, Jack y Del deberán enfrentarse a sus miedos si pretenden salir adelante en sus relaciones sin que nadie salga herido, y en una familia como la que presenta Votos es complicado. Los cuatros son amigos desde toda la vida y, cuando cambian los sentimientos de esa manera, es difícil llevarlo de la manera más adecuada; y eso es lo que Nora Roberts ha querido transmitir con ellos.

Y después de Mac, Emma y Laurel, la que queda por saber cómo será su historia es Parker. Pero me reservo mi opinión para una reseña individual, porque en Para siempre las cosas son algo diferentes, ya lo dejaban caer los encuentros, durante estas dos novelas, de Parker y Malcom.

«Laurel se abandonó. Quería saborear a ese hombre, absorberlo. Sabores y texturas, fuego y pasión al alcance de la mano. Se sació de él, como quería, y luego lo apartó de un empujón.

-Ya está. –Se echó hacia atrás el cabello con la mirada de él clavada en sus ojos-. El cielo no se ha desplomado, el mundo sigue girando, no nos ha partido un rayo ni hemos bajado a los infiernos. No soy tu maldita hermana, Delaney. Con esto queda claro.»

- Plaza & Janés (Penguin Random House) / DeBolsillo -


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