El límite de las bromas lo acaba marcando quien la hace y sobre todo la paciencia de quien la recibe. Nico Rosberg (Wiesbaden, Alemania, 1985) todavía se ríe de la que le gastaron a finales de 2010 cuando alguien le cogió el pasaporte y pegó la foto de la cantante Britney Spears. La recepcionista del hotel de Dubai donde se iba a alojar puso cara de póquer y el piloto germano se lo tomó con tanto humor que no dudó en hacer pública la anécdota en Twitter y colgó la foto correspondiente. Desde entonces Rosberg es apodado como Britney y desde ahora ya tiene en su palmarés un triunfo en un gran premio, el logrado en el circuito de Shanghái, en China, donde volvió a llegar a lo más alto a Mercedes, que no ganaba una prueba desde 1955, cuando lo hizo Stirling Moss en el GP de Bretaña, en Aintree. Casi medio siglo después Rosberg copó la primera plaza por haber escogido la mejor estrategia –dos paradas– y por la torpeza de McLaren en la última parada de Jenson Button, donde el británico perdió la carrera y se tuvo que conformar la segunda plaza. Tercero fue su compañero Lewis Hamilton, el nuevo líder del Mundial con dos puntos de margen con respecto a Button y ocho con Fernando Alonso, noveno, y torturado por el F2012, pero que acumula más puntos que los Red Bull. En la última vuelta Mark Webber le birló la cuarta plaza a Sebastian Vettel, muy enfadado durante el fin de semana. El Mundial ha ganado en emoción y en tres carreras ha habido tres ganadores y tres líderes diferentes. McLaren es ya la escudería de referencia y el RB8, privado de los difusores soplados, no tiene nada que ver con los modelos anteriores, para suerte del espectador y de la propia competición. Un campeonato en el que Ferrari sigue sufriendo como demostró el 13º puesto de Felipe Massa, que todavía no ha puntuado, y la crítica de Alonso, abatido por ver cómo le falta velocidad punta y tracción, justo las dos exigencias principales del próximo circuito, el de Bahréin: “es el peor para nosotros”. El abandono de SchumacherEn el trazado de Sakhir, en pleno desierto, Mercedes tendrá una buena ocasión para demostrar si está en condiciones de pelear con los mejores después de dar con la tecla necesaria en China para desgastar menos los neumáticos, que era su gran déficit. “Los ingenieros han trabajado mucho”, valoró el protagonista de la carrera, felicitado por su compañero Michael Schumacher, simpático ante las cámaras después de la victoria de su compatriota a pesar de haber tenido que abandonar casi al principio porque un mecánico no acertó en colocarle bien la rueda izquierda: “estas cosas pasan”. Rosberg ha necesitado 111 pruebas para vencer una prueba, tres menos de las que disputó su padre, Keke, campeón del Mundial de 1982 tras su primera y ¡única! carrera en dicho curso. Keke ha sido el mentor de su retoño, campeón de GP2 en 2005 y que debutó en Bahréin el 12 de marzo de 2006 con Williams y un séptimo puesto. Al primer cajón del podio se subió Nico Rosberg en el circuito de Shanghái partiendo desde la pole: es el quinto ganador que lo consigue en las nueves ediciones disputadas y en las que ha habido ocho vencedores diferentes. Entre ellos Kimi Raikkonen, que tuvo problemas con su Lotus en la recta final y en las últimos diez giros pasó de ser cuarto 14º después de haber sido uno de los pilotos más agresivos y activos en una de las carreras más entretenidas de los últimos tiempos. Mientras, Vettel ya lleva cinco grandes premios sin ganar, desde India a finales de octubre. Esta vez Baby Schumi no había llegado a la Q3 –algo que no sucedía desde Brasil en 2009– y remontó saliendo undécimo. Como Rosberg también hizo dos paradas. La estrategia adecuada que coronó a Nico, que guarda con un cierto parecido con Leonardo Di Caprio y que habla cuatro idiomas (alemán, francés, italiano e inglés) y está estudiando español. Inquietud que le ha transmitido su madre, Sina, que es intérprete y tan contenta por la victoria de su hijo como el jefe de Mercedes, Ross Brawn, o Norbert Haug, vicepresidente de la escudería, que en el podio señaló el logo de la marca del mono de los tres primeros pilotos, que pilotaron con motor Mercedes.
Rosberg vuelve a llevar a lo más alto a Mercedes en China casi medio siglo después
Publicado el 15 abril 2012 por Toni_delgado @ToniDelgadoGEl límite de las bromas lo acaba marcando quien la hace y sobre todo la paciencia de quien la recibe. Nico Rosberg (Wiesbaden, Alemania, 1985) todavía se ríe de la que le gastaron a finales de 2010 cuando alguien le cogió el pasaporte y pegó la foto de la cantante Britney Spears. La recepcionista del hotel de Dubai donde se iba a alojar puso cara de póquer y el piloto germano se lo tomó con tanto humor que no dudó en hacer pública la anécdota en Twitter y colgó la foto correspondiente. Desde entonces Rosberg es apodado como Britney y desde ahora ya tiene en su palmarés un triunfo en un gran premio, el logrado en el circuito de Shanghái, en China, donde volvió a llegar a lo más alto a Mercedes, que no ganaba una prueba desde 1955, cuando lo hizo Stirling Moss en el GP de Bretaña, en Aintree. Casi medio siglo después Rosberg copó la primera plaza por haber escogido la mejor estrategia –dos paradas– y por la torpeza de McLaren en la última parada de Jenson Button, donde el británico perdió la carrera y se tuvo que conformar la segunda plaza. Tercero fue su compañero Lewis Hamilton, el nuevo líder del Mundial con dos puntos de margen con respecto a Button y ocho con Fernando Alonso, noveno, y torturado por el F2012, pero que acumula más puntos que los Red Bull. En la última vuelta Mark Webber le birló la cuarta plaza a Sebastian Vettel, muy enfadado durante el fin de semana. El Mundial ha ganado en emoción y en tres carreras ha habido tres ganadores y tres líderes diferentes. McLaren es ya la escudería de referencia y el RB8, privado de los difusores soplados, no tiene nada que ver con los modelos anteriores, para suerte del espectador y de la propia competición. Un campeonato en el que Ferrari sigue sufriendo como demostró el 13º puesto de Felipe Massa, que todavía no ha puntuado, y la crítica de Alonso, abatido por ver cómo le falta velocidad punta y tracción, justo las dos exigencias principales del próximo circuito, el de Bahréin: “es el peor para nosotros”. El abandono de SchumacherEn el trazado de Sakhir, en pleno desierto, Mercedes tendrá una buena ocasión para demostrar si está en condiciones de pelear con los mejores después de dar con la tecla necesaria en China para desgastar menos los neumáticos, que era su gran déficit. “Los ingenieros han trabajado mucho”, valoró el protagonista de la carrera, felicitado por su compañero Michael Schumacher, simpático ante las cámaras después de la victoria de su compatriota a pesar de haber tenido que abandonar casi al principio porque un mecánico no acertó en colocarle bien la rueda izquierda: “estas cosas pasan”. Rosberg ha necesitado 111 pruebas para vencer una prueba, tres menos de las que disputó su padre, Keke, campeón del Mundial de 1982 tras su primera y ¡única! carrera en dicho curso. Keke ha sido el mentor de su retoño, campeón de GP2 en 2005 y que debutó en Bahréin el 12 de marzo de 2006 con Williams y un séptimo puesto. Al primer cajón del podio se subió Nico Rosberg en el circuito de Shanghái partiendo desde la pole: es el quinto ganador que lo consigue en las nueves ediciones disputadas y en las que ha habido ocho vencedores diferentes. Entre ellos Kimi Raikkonen, que tuvo problemas con su Lotus en la recta final y en las últimos diez giros pasó de ser cuarto 14º después de haber sido uno de los pilotos más agresivos y activos en una de las carreras más entretenidas de los últimos tiempos. Mientras, Vettel ya lleva cinco grandes premios sin ganar, desde India a finales de octubre. Esta vez Baby Schumi no había llegado a la Q3 –algo que no sucedía desde Brasil en 2009– y remontó saliendo undécimo. Como Rosberg también hizo dos paradas. La estrategia adecuada que coronó a Nico, que guarda con un cierto parecido con Leonardo Di Caprio y que habla cuatro idiomas (alemán, francés, italiano e inglés) y está estudiando español. Inquietud que le ha transmitido su madre, Sina, que es intérprete y tan contenta por la victoria de su hijo como el jefe de Mercedes, Ross Brawn, o Norbert Haug, vicepresidente de la escudería, que en el podio señaló el logo de la marca del mono de los tres primeros pilotos, que pilotaron con motor Mercedes.