Roscón de Reyes [a la manera tradicional]

Por Recetasdetiaalia
 
Hace ya semanas que mis breves paseos por la blogosfera se ven acompañados de recetas navideñas. Algunas son tradicionales (polvorones, marquesas, troncos de navidad, etc) y otras, simplemente, magníficas recomendaciones de entrantes, platos principales y/o aperitivos que nos viene muy bien tener en cuenta para esas reuniones familiares que nos pueda tocar celebrar en casa o para aportar nuestro granito de arena a las que se celebren en casa ajena.
Yo me sumo a la corriente de publicaciones navideñas con un humilde Roscón de Reyes, preparado a la manera más tradicional. Un dulce para el que no es necesario esperar al 6 de enero, aunque la tradición así lo marque. Por mi horno ya han pasado unos cuantos en los últimos días y los que faltan por pasar. En casa gusta mucho y, si por mis comensales fuera, lo desayunarían y merendarían todos los días. Pero hay que ser comedidos con lo que comemos estos días si no queremos que la báscula nos regañe al terminar las fiestas.
La receta que os traigo es para un roscón de medio kilo y lo hago así porque tomo como referencia un huevo, que es el ingrediente más "raro" de dividir por la mitad. No obstante yo suelo prepararlo de cuarto de kilo usando medio huevo para la masa (unos 30 gramos) y uso el otro medio para abrillantar la masa antes de decorarla y hornearla.
Sea cual sea el tamaño de roscón que decidáis preparar, sólo os recomiendo que os lancéis y os sacudáis el miedo a enfrentaros a esta receta que simple a más no poder. Espero que me hagáis caso y que no os privéis de disfrutar de ello.
Y sin más de añadir, os dejo con la receta deseándoos a todos una muy Feliz Navidad :)
Necesitamos (para un roscón de 1/2 kilo de 12 raciones)
  • 125 ml de leche (mejor entera)
  • 25 grs de levadura fresca
  • 400 grs de harina de fuerza + 20-25 grs de reserva
  • 100 grs de azúcar blanquilla
  • 1 naranja, su ralladura
  • 1 limón, su ralladura
  • 1 huevo "M", batido
  • 1 cucharada de ron añejo
  • 1 cucharada de agua de azahar
  • 75 grs de mantequilla con sal a temperatura ambiente
Para decorar
  • 1 huevo "M" batido
  • 4 cucharadas de azúcar blanquilla
  • 1 cucharadita de agua
  • Frutas escarchadas, desecadas, etc
  • Almendras fileteadas
Además
  • Papel sulfurizado
  • Papel film transparente

Preparación
Entibiamos la leche y le agregamos la levadura, desmenuzándola con los dedos. Dejamos reposar 15 minutos hasta que la levadura se diluya en la leche.
Mientras tanto, tamizamos la harina. Hacemos un agujero en el centro, a modo de volcán, y ponemos el azúcar y las ralladuras. Mezclamos ligeramente con los dedos.
Transcurridos los 15 minutos de reposo de la leche, removemos con un tenedor y la vertemos en el volcán de la harina (sobre el azúcar y las ralladuras). Mezclamos con los dedos haciendo movimientos circulares y procurando integrar parte de la harina de los laterales. Cuando hayamos obtenido una pasta de consistencia similar a las natillas, agregamos el huevo batido, el ron, el agua de azahar y removemos nuevamente con los dedos y con movimientos circulares.
Por último, agregamos la mantequilla y mezclamos junto con el resto de ingredientes. Obtendremos una masa un tanto pegajosa.
Espolvoreamos la superficie de trabajo con la harina que tenemos en reserva y volcamos la masa sobre ella. Amasamos con suavidad hasta integrar bien todos los ingredientes. Si la masa siguiera estando pegajosa, añadiríamos más harina. Esto lo haremos en pequeñas cantidades ya que no queremos pasarnos y que el roscón quede duro como una piedra. El punto que debemos obtener con la masa ha de ser ligeramente pegajoso, pero lo suficiente como para que, al retirarlo de la superficie de trabajo, no queden restos de la misma pegados en ella.
Boleamos la masa y la dejamos reposar en un cuenco en un lugar cálido de la cocina y alejado de corrientes de aire durante 2-3 horas o hasta que la masa haya levado y doblado su volumen.
Para que la masa no se pegue a la base del cuenco, espolvoreamos con un poco de harina, y para que no se reseque, cubrimos con papel film transparente.

Una vez levada la masa, la retiramos del cuenco, colocamos sobre la superficie de trabajo y desgasificamos. Para ello amasamos durante 1 minuto.
Boleamos de nuevo y hacemos un agujero en el centro al tiempo que giramos la masa con las manos (como haríamos con el volante del coche) y le damos forma de rosco. Lo colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado y dejamos reposar/levar de nuevo durante 30-60 minutos en un lugar cálido.
Si queremos introducir una sorpresa en el roscón, ahora es el momento.
Transcurrido el tiempo del segundo levado, pre-calentamos el horno a 160 ºC (arriba y abajo, horno tradicional).
Mientras el horno alcanza la temperatura deseada, pincelamos el roscón con una brocha. Esto habremos de hacerlo con mucha suavidad y sin presionar la masa (para que no pierda volumen). Esparcimos sobre el las frutas elegidas, las almendras fileteadas, etc.
Mezclamos el azúcar con el agua y espolvoreamos la mezcla sobre el resto de ingredientes decorativos.
Horneamos durante 15 minutos.
Una vez listo, retiramos del horno y dejamos templar sobre una rejilla metálica y...a disfrutar!
Notas
  • Es recomendable consumir el roscón en un plazo de 24 horas ya que este dulce endurece rápidamente. Si no váis a poder dar cuenta de el en este tiempo, envolvedlo en una bolsa de plástico para evitar que se seque.
  • También podéis congelarlo, ya sea entero o en porciones, y sacarlo del congelador una hora antes de su consumo dejando que atempere a temperatura ambiente.